Tribuna:

Una carrera para caerse

El Grand National es una prueba para caerse. Hay treinta oportunidades para ello, y algunas muy refinadas. Los obstáculos se construyen con ramaje, son compactos y es necesario pasarlos limpiamente para evitar una caída. El hipódromo de Aintree tiene forma de cuadrilátero irregular, con rectas de distintas longitudes, unidas por curvas muy cerradas y con la cuerda a mano izquierda. En la pista hay 16 obstáculos de los que 14 se saltan dos veces, con un total de 30 esfuerzos. El primer salto es un seto de 1,36 metros de altura, y el segundo tiene características parecidas. El tercero es un ...

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El Grand National es una prueba para caerse. Hay treinta oportunidades para ello, y algunas muy refinadas. Los obstáculos se construyen con ramaje, son compactos y es necesario pasarlos limpiamente para evitar una caída. El hipódromo de Aintree tiene forma de cuadrilátero irregular, con rectas de distintas longitudes, unidas por curvas muy cerradas y con la cuerda a mano izquierda. En la pista hay 16 obstáculos de los que 14 se saltan dos veces, con un total de 30 esfuerzos. El primer salto es un seto de 1,36 metros de altura, y el segundo tiene características parecidas. El tercero es un open-ditch, combinación de zaja y seto, con 1,80 metros de fondo. Los obstáculos cuarto y quinto, son setos de 1,45 metros. El sexto es el famoso Beechers Brook formado por un seto de un metro de ancho, precedido de una ría de 1,80 metros por el lugar por donde se toma el salto y con un desvinel de 50 centímetros en el lado en el que caen los caballos. Este obstáculo está situado al final de la primera recta e inmendiatamente después de saltarlo los participantes giran en ángulo recto para abordar el séptimo, que es un seto de 1,35 metros de altura. El octavo es otro seto de metro y medio de altura, tras el cual se vuelve a girar casi noventa grados -la llamada vuelta del canal- para entrar en la recta donde hay también seis obstáculos.El primero de éstos, el noveno del recorrido, es el Valentin Brook, es un open ditch de 1,50 metros de alto con una ría. El décimo, un seto de metro y medio y los dos siguientes, dos open ditch. Las vallas decimotercera y decimocuarta son setos muy semejantes, tras ellos hay un curva que conduce a la recta de enfrente de las tribunas, donde están situados los dos últimos obstáculos de la primera vuelta, un open ditch, conocido como La Silla, con zanja de 1,80 metros y el seto más alto de toda la carrera, 1,55 metros y además una ría de cuatro metros de la largo precedida por una valla de 75 centímetros. Después de esto, lo normal que de 41 caballos sólo lleguen 10 a la meta.

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