Participación próxima al 80% en las elecciones finlandesas

Los finlandeses comenzaron ayer a acudir a los colegios electorales, y lo seguirán haciendo hoy, para renovar los doscientos diputados de su Parlamento monocameral (Eduskunta). El tiempo casi primaveral favorece una alta participación, que casi rondará el 80%. Por primera vez en diecisiete años el partido conservador tiene posibilidades de compartir el poder con socialistas y centristas.Cerca de doce. partidos se disputan ante 3,7 millones de electores los doscientos escaños del Parlamento, aunque sólo siete tienen asegurada de antemano la representación. Los sondeos previos a las jornadas ele...

Los finlandeses comenzaron ayer a acudir a los colegios electorales, y lo seguirán haciendo hoy, para renovar los doscientos diputados de su Parlamento monocameral (Eduskunta). El tiempo casi primaveral favorece una alta participación, que casi rondará el 80%. Por primera vez en diecisiete años el partido conservador tiene posibilidades de compartir el poder con socialistas y centristas.Cerca de doce. partidos se disputan ante 3,7 millones de electores los doscientos escaños del Parlamento, aunque sólo siete tienen asegurada de antemano la representación. Los sondeos previos a las jornadas electorales dan como seguro un progreso de conservadores y socialdemócratas.

Una encuesta del periódico Helsingin Sanoma señala que el partido socialdemócrata obtendrá el 26,2% de los votos (23,9% en las elecciones de 1979), frente al 26% ,de los conservadores (21,7% hace cuatro años). El escrutino podría confirmar el declive de los comunistas, que en 1979 consiguieron el 177. de los votos. Parece, pues, confirmarse que serán los centristas, con aproximadamente el 19% de los sufragios, quienes actúen como árbitros de la situación.

La cuestión estriba en saber si los conservadores, relegados des de 1966 a la oposición por los partidos de izquierda y de centro, pasarán a formar parte del Gobierno. Socialdemócratas, comunistas y centristas juzgaban que su presencia en el Gabinete podía comprometer las buenas relaciones con Moscú, temor que los conservadores se han esforzado por combatir en los últimos años.

En estos mismos días, su líder, Ilkka Suominen, ha reiterado que su partido seguirá la política de cooperación con la URSS, dentro de la más estricta neutralidad.