Paro en Rentería en protesta por el secuestro y tortura de un profesor

El sector de la enseñanza de Rentería paró ayer en solidaridad con Imanol Aizkorreta, joven profesor de Formación Profesional, secuestrado y torturado por siete individuos armados la noche del miércoles último. El joven ha manifestado que en varias ocasiones, sin poder soportar el sufrimiento por más tiempo, gritó a sus torturadores que lo mataran de una vez.De las declaraciones del herido se desprende que los agresores poseían muy poca información sobre las amistades y actividades del joven, y sobre los medios abertzales de Rentería, ya que no se refirieron a personas o hechos concreto...

El sector de la enseñanza de Rentería paró ayer en solidaridad con Imanol Aizkorreta, joven profesor de Formación Profesional, secuestrado y torturado por siete individuos armados la noche del miércoles último. El joven ha manifestado que en varias ocasiones, sin poder soportar el sufrimiento por más tiempo, gritó a sus torturadores que lo mataran de una vez.De las declaraciones del herido se desprende que los agresores poseían muy poca información sobre las amistades y actividades del joven, y sobre los medios abertzales de Rentería, ya que no se refirieron a personas o hechos concretos a lo largo de las cinco horas de interrogatorio a que fue sometido.

El suceso, atribuible a grupos terroristas de ideología derechista, es el primero de este tipo que tiene lugar en Euskadi desde hace casi un año, y ha vuelto a despertar los temores a las actuaciones indiscriminadas de estas organizaciones, responsables de más de una docena de asesinatos, registrados en el País Vasco en los últimos años.

Más de 1.500 personas se manifestaron ayer en Rentería con gritos contra la policía, cuyos efectivos no intervinieron. Dos autobuses cruzados a modo de barricada en la carretera Nacional I, impidieron el acceso a esa ciudad durante buena parte del día de ayer. Partidos políticos, organizaciones ciudadanas, centros de Formación Profesional y de Bachillerato Unificado y Polivalente se pronunciaron ayer condenando el suceso.

A pesar de la paliza, el joven no ha sufrido graves lesiones internas, como cabría haber esperado.