Tribuna:

De nuevo, en el camino alcista

Las bolsas parecen haber conseguido retomar su trayectoria alcista, tras el breve paréntesis que representaron las nerviosas realizaciones de beneficios del pasado miércoles. La notable reducción en los saldos vendedores del sector bancario, y la consolidación del precio de las acciones eléctricas en tomo a sus cotizaciones anteriores, aparecen como los artífices principales de la discreta recuperación de ayer, a la que también contribuyó la mejora que experimentaba Telefónica.Las reuniones en sí mismas carecieron prácticamente de historia. La expectación de los asistentes a las salas de contr...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las bolsas parecen haber conseguido retomar su trayectoria alcista, tras el breve paréntesis que representaron las nerviosas realizaciones de beneficios del pasado miércoles. La notable reducción en los saldos vendedores del sector bancario, y la consolidación del precio de las acciones eléctricas en tomo a sus cotizaciones anteriores, aparecen como los artífices principales de la discreta recuperación de ayer, a la que también contribuyó la mejora que experimentaba Telefónica.Las reuniones en sí mismas carecieron prácticamente de historia. La expectación de los asistentes a las salas de contratación se centraba alrededor de la evolución que pudiesen presentar los valores bancarios.

Desde primera hora de la mañana, existía una convicción bastante extendida de que, si las cotizaciones de estos títulos mejoraban, o al menos repetían, la situación podía darse por salvada y el ambiente favorable resultaba bastante posible que se prolongase.

Los primeros rumores de la mañana apuntaron el hecho cierto de que la oferta de títulos bancarios había experimentado una apreciable reducción en relación a las cifras que se ofrecían la víspera.

Un suspiro de alivio escapó del pecho de más de un operador a corto plazo, posiblemente comprometido en alguna operación con crédito al mercado en la que se apostaba por una subida de la Bolsa, y la atención comenzó, al fin, a centrarse en los corros que mostraban una escasa fuerza operativa.

Precisamente la brevedad del negocio, al menos del realizado en los propios corros, fue otra de las características que definieron el comportamiento de estas reuniones, si bien es cierto que se trataba de una consecuencia lógica del grado de indefinición en la tendencia del mercado, al que sumía a los inversores en desconocimiento de la evolución del sector bancario.

En el citado sector se dieron sólo dos comportamientos discordantes con la amplia ola de repeticiones que experimentaban sus valores más significados.

Popular bajó cuatro enteros con algo más de 3.500 títulos de saldo vendedor, mientras que por su parte el Santander, en el mercado madrileño, mejoraba siete puntos gracias a unos 5.000 títulos de resto comprador, en lo que parece ser una rápida carrera por hacer olvidar la imagen del pasado martes, cuando experimentó una importante baja en solitario frente a las importantes mejoras del resto del sector.

El valor más esperado, Banesto, ofrecía 49.664 títulos de saldo negativo, cifra sustancialmente inferior a la de la sesión precedente, y fue precisamente esta circunstancia la que constituyó un motivo de alivio para los inversores.

Al cierre de las reuniones, el ambiente había mejorado ostensiblemente y existían demandas de títulos que afectaban especialmente a los valores bancarios. Los especialistas siguen insistiendo en que la Bolsa presenta un fondo de cierta firmeza, y que, salvo acontecimientos inesperados, no es previsible que se produzcan fuertes pérdidas en las próximas reuniones.

El último, punto de animación lo constituyeron unos rumores que circulaban a última hora de la mañana, a toda velocidad, en los que se apuntaba que los países productores de petróleo habían llegado a un acuerdo para bajar el precio de sus productos en cuatro o cinco dólares el barril.

Archivado En