El encuentro Chadli-Hassan II puede influir en el Sahara occidental, Ceuta y Melilla

El futuro del Sahara occidental y, muy probablemente, el de la aún no oficial reivindicación marroquí sobre Ceuta y Melilla, se verán directamente afectados por la entrevista que el sábado mantuvieron en una tienda de campaña los jefes de Estado de Marruecos y Argelia. El rey Hassan II y el presidente Chadli Benjedid almorzaron en territorio marroquí y tomaron café en tierra argelina. Al confirmar ayer la entrevista, ninguna de las dos capitales dejó entrever oficialmente algo que todos los observadores dan por seguro: esta reunión no habría sido posible sin que el monarca marroquí garantizase...

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El futuro del Sahara occidental y, muy probablemente, el de la aún no oficial reivindicación marroquí sobre Ceuta y Melilla, se verán directamente afectados por la entrevista que el sábado mantuvieron en una tienda de campaña los jefes de Estado de Marruecos y Argelia. El rey Hassan II y el presidente Chadli Benjedid almorzaron en territorio marroquí y tomaron café en tierra argelina. Al confirmar ayer la entrevista, ninguna de las dos capitales dejó entrever oficialmente algo que todos los observadores dan por seguro: esta reunión no habría sido posible sin que el monarca marroquí garantizase la búsqueda de una solución a los problemas que se interponen en su deseo de convocar un referéndum de autodeterminación en el Sahara. Primero hay que llegar a un acuerdo sobre los saharauis con derecho a voto, y después ponerse en contacto con el Polisario.El comunicado de Argel reitera que su país "no tiene ningún contencioso con Marruecos" y califica la guerra en el Sahara occidental como "un problema de descolonización". "Dentro de este espíritu, unir a los dos pueblos hermanos para hallar una solución conforme al derecho inalienable del pueblo del Sahara occidental a su autodeterminación e independencia", se produjo, precisamente, el encuentro Chadli-Hassan II, según la versión argelina. Rabat añade, por su parte, que se aprobó un documento de llamamiento a un alto el fuego.

En cuanto al tema de Ceuta y Melilla, considerado por Marruecos como una reminiscencia colonial, se aventura la posibilidad de que Marruecos lo ponga este mismo año sobre la mesa de las Naciones Unidas. Ello constituiría base suficiente para que Rabat formalice la reivindicación directamente ante el Gobierno español.

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