Cartas al director

La muerte de un niño.

Con la fotografía de un niñode dos años, muerto, delante de mí, y ha biendo oído en RNE las declaraciones del desesperado padre ("no había ningún control, sólo unas luces como de linterna..."), yo les preguntaría a los psocialistas que prometieron cambio, que sufrieron en sus carnes persecuciones y cárceles y, más concretamente, a Alfonso Guerra, cuya despiadada lengua para criticar parece haber sido tragada por el poder: ¿por qué mantenéis a un ministro del Interior que se desgañita histéricamente en algunos funerales, con lo cual se queda mudo para hablar en otros? ¿Por qué mantenéis en ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Con la fotografía de un niñode dos años, muerto, delante de mí, y ha biendo oído en RNE las declaraciones del desesperado padre ("no había ningún control, sólo unas luces como de linterna..."), yo les preguntaría a los psocialistas que prometieron cambio, que sufrieron en sus carnes persecuciones y cárceles y, más concretamente, a Alfonso Guerra, cuya despiadada lengua para criticar parece haber sido tragada por el poder: ¿por qué mantenéis a un ministro del Interior que se desgañita histéricamente en algunos funerales, con lo cual se queda mudo para hablar en otros? ¿Por qué mantenéis en su puesto, cuando no ascendéis, a aquellos mismos que os metieron entre rejas? ¿Qué política timorata, medrosa y acobardada es la que lleváis con diez millones de votos detrás? Esa política de orden público, tan aplaudida por la oposición de Fraga (como que Barrionuevo parece un discípulo aventajado), os aseguro que está abriendo los ojos de muchos de vuestros votantes. Yo, afortunadamente, voto y votaré siempre a la izquierda, y no a una vergonzante socialdemocracia que no se atreve con el aborto, pero tiene que contemplar morir a un niño ya nacido, a un proyecto real de vida de dos años. / . ,

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En