Un tebeo adaptado para la radio se convierte en el Reino Unido en un manifiesto antinuclear

Un tebeo, vendido por millares de ejemplares y adaptado para la radio, se ha convertido en el más elocuente manifiesto antinuclear del Reino Unido. Cuando el viento sopla, de Raymond Briggs, es la conmovedora historia de una pareja de jubilados, conservadores y respetuosos con la ley y con las autoridades, que prepara concienzudamente su refugio antiatómico siguiendo las instrucciones gubernamentales.Un diputado laborista, John Garret, ha propuesto, sin éxito, que la Cámara de los Comunes de Ia bienvenida a esta poderosa contribución al pacifismo" y que recomiende su lectura a todo el m...

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Un tebeo, vendido por millares de ejemplares y adaptado para la radio, se ha convertido en el más elocuente manifiesto antinuclear del Reino Unido. Cuando el viento sopla, de Raymond Briggs, es la conmovedora historia de una pareja de jubilados, conservadores y respetuosos con la ley y con las autoridades, que prepara concienzudamente su refugio antiatómico siguiendo las instrucciones gubernamentales.Un diputado laborista, John Garret, ha propuesto, sin éxito, que la Cámara de los Comunes de Ia bienvenida a esta poderosa contribución al pacifismo" y que recomiende su lectura a todo el mundo.

Millones de oyentes británicos tuvieron ocasión la semana pasada de escuchar a James y a su mujer, dos valientes personajitos, terriblemente ingleses, que provocan la risa con sus equivocaciones y dudas, y que, al mismo tiempo atenazan el corazón. James tiene dos manuales oficiales, dos guías que están a la venta en el Reino Unido, con instrucción es para sobrevivir á una explosión nuclear. Desmonta unas puertas para apoyarlas en la pared, guarda las raciones de agua en botellas, la sal, el ketchup, la pimienta, los cubiertos y medicinas; pinta de blanco las ventanas y guarda en una caja los carnés de identidad, los certificados de nacimiento y la cartilla de la Seguridad Social. En definitiva, sigue al pie de la letra las instrucciones de los dos manuales y descubre que hay contradicciones: "¿Cómo puedo cerrar las puertas si me han dicho que las desmonte?", se pregunta algo inquieto.

La pareja quiere hacer lo correcto, y lo consiguen. Cuando la radio interrumpe sus programas para anunciar la inminente llegada de un misil enemigo, ellos están casi preparados. Con una sangre fría perfectamente británica y con suficiente ánimo como para bromear, James y su esposa sobreviven a la explosión. En todo el tebeo, seguido escrupulosamente por la adaptación radiofónica, no existe una sola escena de pánico.

El tebeo ha sido calificado por algunos críticos como comedia negra, pero su densidad poética lo convierte en una trágica y humana parodia, más cercana a Samuel Beckett que a la habitual literatura negra. La incapacidad de los protagonistas para calibrar las proporciones del desastre y su desesperada esperanza hacen, de Cuando el viento sopla texto clásico, probablemente más dirigido a jóvenes y adultos que a niños. Briggs, autor de otros dieciséis tebeos, ha sufrido ataques por esta obra -"hasta comunista me han llamado", afirma, divertido-, pero está satisfecho del éxito obtenido. "Lo único porque he pretendido", señala, "es contar de una forma simple lo que todo el mundo sabe: no hay escapatoria posible".

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