El Congreso aprobó el Estatuto de Madrid, con reservas comunistas y del grupo de Fraga

El pleno del Congreso de los Diputados inició ayer y proseguirá hoy el debate sobre los cuatro estatutos de autonomía pendientes: Madrid, Extremadura, Baleares y Castilla-León. La votación global sobre el Estatuto de Madrid tuvo 299 votos favorables, dos en contra y ocho abstenciones. Santiago Carrillo y el representante del Grupo Popular, José María Aznar, explicaron los votos favorables de sus respectivos grupos, a pesar de haberles sido rechazadas varias enmiendas.Landelino Lavilla expresó la satisfacción centrista por el cierre con este estatuto del mapa autonómico del Estado y manifes...

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El pleno del Congreso de los Diputados inició ayer y proseguirá hoy el debate sobre los cuatro estatutos de autonomía pendientes: Madrid, Extremadura, Baleares y Castilla-León. La votación global sobre el Estatuto de Madrid tuvo 299 votos favorables, dos en contra y ocho abstenciones. Santiago Carrillo y el representante del Grupo Popular, José María Aznar, explicaron los votos favorables de sus respectivos grupos, a pesar de haberles sido rechazadas varias enmiendas.Landelino Lavilla expresó la satisfacción centrista por el cierre con este estatuto del mapa autonómico del Estado y manifestó la esperanza de que se tenga en cuenta, en el desarrollo estatutario, la complejidad de una gran ciudad como Madrid, además capital del Estado. En nombre de la mayoría socialista, Joaquín Leguina destacó que con la autonomía de Madrid desaparece, entre otros tópicos, el de que Madrid es centralista, "a pesar de haber sido sometida como nadie a la tutela del Estado, como puede comprobar cualquier madrileño cuando abre el grifo de agua y utiliza un servicio estatal".

Ninguna de las enmiendas defendidas por Aznar y Carrillo durante la hora y media que duró el debate sobre el Estatuto de Madrid fueron aprobadas. Entre ellas destaca la supresión, en contra del criterio del Grupo Popular, de una disposición transitoria que establecía, hasta tanto se celebren las primeras elecciones a la asamblea de Madrid, un régimen transitorio según el cual la citada asamblea estaría constituida provisionalmente por los parlamentarios a Cortes por Madrid, o sus sustitutos, y por los diputados provinciales. Leguina contestó a Aznar que durante esa etapa transitoria es suficiente la diputación provincial.

Carrillo intentó sin éxito que la limitación del 5% de los sufragios válidamente emitidos para que las listas sean tenidas en cuenta en la distribución de escaños de la asamblea de Madrid, se redujera al 3%. Ante el rechazo de su propuesta, calificó la actitud socialista de "arbitraria y partidista, así como contraria al pluralismo".

Otra enmienda comunista rechazada fue la que pretendía que las sesiones extraordinarias de la asamblea de Madrid pudieran celebrarse a propuesta del 20% de los diputados, en lugar de la cuarta parte de los mismos, como fue aprobado. Carrillo se opuso también al voto de censura constructiva y propuso la investidura del presidente del Consejo del Gobierno, como consecuencia de la moción que le haga cesar.

Durante el debate del Estatuto de Extremadura, circuló por el hemiciclo la noticia de que el Consejo de Ministros había incluido en el proyecto de ley de reforma del Código Penal la despenalización del aborto. El diputado del Grupo Popular Luis Ramallo, en la defensa de una enmienda sobre la organización de la justicia en la comunidad autónoma, utilizó, a título de ejemplo, la posible competencia autonómica sobre la regulación del derecho a la vida que se establece en el artículo 15 de la Constitución. El presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba, con buenos reflejos, pidió al diputado que se atuviera a la cuestión.

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