Cartas al director

No soy político

No entra en mis cálculos ser díputado, trabajo en un banco y mi sueldo es, como el de la mayoría de españoles, inferior a 100.000 pesetas mensuales, pero tengo que decir que no me parece mal que se les pague a los diputados 250.000. Comprendo que a muchas personas les parezca una cifra excesiva, sobre todo si no están al corriente de lo que ganan muchos funcionarios de organismos y empresas oficiales (no hablo de las privadas, pues sería demasiado) y que, según tengo entendido (si no es así, que me rectifiquen), superan en buena medida esa cifra, cuando muchos de ellos obtuvieron el puesto vit...

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No entra en mis cálculos ser díputado, trabajo en un banco y mi sueldo es, como el de la mayoría de españoles, inferior a 100.000 pesetas mensuales, pero tengo que decir que no me parece mal que se les pague a los diputados 250.000. Comprendo que a muchas personas les parezca una cifra excesiva, sobre todo si no están al corriente de lo que ganan muchos funcionarios de organismos y empresas oficiales (no hablo de las privadas, pues sería demasiado) y que, según tengo entendido (si no es así, que me rectifiquen), superan en buena medida esa cifra, cuando muchos de ellos obtuvieron el puesto vitalicio por el antiguo sistema de oposición dedocrática.

Repito que no me parece excesiva la cifra que se piensa pagar a quienes hemos elegido como nuestros representantes, siempre que lleven a cabo su misión con honestidad, entrega y plena dedicación, y si no lo hacen se les exija. Como último recurso se les puede cambíar en cuatro años o antes, pero ¿quién cambia a los dedócratas pluriempleados?, y ¿quién es capaz de cumplir honrada y eficazmente en dos o tres puestos de trabajo diariamente? Yo, desde luego, no. /

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