Trece auditorías federativas denuncian anomalias contables

Trece federaciones nacionales persisten en su defectuosa contabilidad a lo largo de los tres años de actuación de los auditores del Instituto de Censores Jurados de Cuentas. Romà Cuyàs, secretario de Estado para el Deporte, tomó ya contacto con altos miembros de dicho organismo, con vistas a confeccionar un completo plan de actuación para el futuro. Pablo Porta ha sido el primero en plantear problemas en 1983, al recusar a los auditores. La Federación de Fútbol no desea un control del dinero del Mundial-82, registrado en contabilidad paralela.

Las federaciones de fútbol, automovilis...

Trece federaciones nacionales persisten en su defectuosa contabilidad a lo largo de los tres años de actuación de los auditores del Instituto de Censores Jurados de Cuentas. Romà Cuyàs, secretario de Estado para el Deporte, tomó ya contacto con altos miembros de dicho organismo, con vistas a confeccionar un completo plan de actuación para el futuro. Pablo Porta ha sido el primero en plantear problemas en 1983, al recusar a los auditores. La Federación de Fútbol no desea un control del dinero del Mundial-82, registrado en contabilidad paralela.

Las federaciones de fútbol, automovilismo, hockey, boxeo, hípica, patinaje, tenis de mesa, minusválidos, esquí náutico, caza, colombicultura, colombofilia y deportes aéreos son las únicas que se han mostrado recalcitrantes durante estos tres años y han presentado sus cuentas de forma muy defectuosa, hasta el punto, en algunos de los casos, de que los propios censores reconocieron la imposibilidad de poder manifestar una opinión contable.Otras quince federaciones han mostrado un comportamiento oscilante, es decir, algunos años recibían un dictamen de conformidad y otros no, mientras que son 25 las que han mantenido un mejor desarrollo y han podido dar una correcta rendición de cuentas. Sin embargo, un problema general sigue sin tener solución, como es el de los fondos propios o cajas paralelas, práctica común en la mayoría de federaciones y que no han podido ser auditados en la gran mayoría de los casos. La existencia de fondos propios no controlados impide la realización de una censura de cuentas de suficiente calidad y deja una vía de escape para el libre albedrío con el dinero.

Romà Cuyàs no ha podido aún hacerse con una información completa sobre las actuaciones que ha seguido Jesús Hermida y sus colaboradores sobre el caso de las auditorías, por lo que está teniendo dificultades para valorar dicha cuestión. Cuyàs podría establecer en un futuro no muy lejano la práctica de hacer públicas todas las auditorías, hecho. que algunos presidentes de Federación creyeron, en el almuerzo que celebraron recientemente con él, que no se llegaría a realizar. Un determinado presidente comentó con alborozo que Romà Cuyàs explicó allí que los presidentes estaban para hacer deporte y no para ser administrativos. Sin embargo, con esta frase, el secretario. de Estado para el Deporte quiso dar a entender que formará parte de su política deportiva la constitución de un rígido control financiero que, a su vez, permita que la rendición de cuentas pueda ser llevada de una forma más cómoda. El exceso de burocracia en el deporte españoles un obstáculo serio para una economía más saneada.

El resultado de tres años de actuación del Consejo Superior de Deportes (CSD) sobre el control del dinero, sólo puede catalogarse de muy decepcionante a tenor del escaso interés que se ha mostrado por agilizar y ejemplarizar en la rendición de cuentas. Actualmente Romà Cuyàs no tiene adoptado un criterio muy definido sobre la decisión que tornará ante las trece federaciones que, en tres años, siguen insistiendo, en una muy defectuosa contabilidad. Una de ellas, la Federación Española de Fútbol, ha creado los primeros problemas al recusar Pablo Porta los censores que había designado el instituto de censores jurados de cuentas. La Federación (le Fútbol se muestra reacia a que se controlen los ingresos del Mundial-82, registrados en contabilidades paralelas.

Conclusiones

El resumen de las conclusiones expresadas sobre las trece federaciones más defectuosas, es el siguiente:Deportes aéreos. Sus balances de situación no reflejan la situación económico-patrimonial. de la Federación, debido a la errónea imputación de algunas cuentas y a la no inclusión de otras. Omiten movimientos de los fondos propios del vuelo a. vela.

Automovilismo. Los auditores se abstienen de manifestar su opinión al comprobar que el sistema contable continúa sin ofrecer garantías suficientes en cuanto a su operativa, al no existir control de los recursos propios ni la justificación de operaciones en las federaciones territoriales. Los datos que aparecen en la cuenta general difieren de los que refleja la contabilidad al extremo de que algunas cuentas finales de la entidad son dificitarios, déficit que se ha cubierto con descubierto bancario.

Boxeo. Dictámenes totalmente negativos, pues los saldos de las cuentas de gastos no son coincidentes con el total de cuentas justificadas presentadas al CSD. No se ha contabilizado la totalidad de las retenciones sobre sueldos y se ha omitido cancelar saldos de las cuentas "anticipos al personal". En contabilidad no aparece la cuenta corriente número 3.984 del Banco Comercial Español a nombre de la Federación Española de Boxeo, demostrándose así la continuidad de la caja paralela, cuya existencia fue denunciada en 1979.

Caza. Los balances de situación y los estados de ingresos y gastos no son representativos. Existe defectuosa justificación de los fondos propios; no ha sido posible auditar la contabilidad de las federaciones regionales, ni la cuenta Mutuasport, ni la de subvenciones a campeonatos.

Colombordia. Los balances no son representativos. Falta, entre otras cosas, la cuantificación monetaria del inmovilizado.

Colombicultura. Tampoco son representativos ni los balances ni la cuenta general; Existen pagos sobre los que no se ha practicado la retención obligada por impuesto sobre la renta.

Esquí náutico. Los balances no han sido confeccionados con sujección a normas y criterios de contabilidad generalmente aceptados ni cumplen las disposciones legales que les afectan.

Fútbol. Los tres dictámenes correspondientes a los ejercicios económicos 1978, 1980 y 1981, reiteran que ni los datos contables ni los estados financieros presentan razonablemente la situación económica de la Real Federación, con el agravante de la existencia de confusiones tales como estimar que no procede facilitar dato contable alguno sobre el destino y aplicación de las subvenciones que por varios cientos de millones de pesetas se entregan a las dieciocho federaciones regionales o territoriales; ni dato contable alguno sobre el desenvolvimiento económico de otro organismo que carece de personalidad jurídica independiente y que por tanto es una parte de la federación, como el Comité Nacional de Arbitros; ni tampoco de la Escuela Nacional de Entrenadores, ni de la Mutualidad de Futbolistas Españoles que interpretan es un organismo independiente. El concepto de caja única en la Federación Española de Fútbol se ha terminado.

Hípica. El sistema de contabilidad seguido, hasta que en 1982 tomó posesión la nueva junta, carecía de valor probatorio y de garantía para un elemental control económico, como se ha demostrado con un exceso erróneo de pagos sobre el volumen de los ingresos.

Hockey. No lleva su contabilidad por partida doble, carece de libros oficiales de contabilidad y las federaciones regionales y provinciales no rinden cuentas.

Minusválidos. No figuran los bienes muebles de su patrimonio, ni los balances son representativos.

Patinaje. Los censores, a través de tres años, no pueden pronunciarse sobre el contenido de los estados financieros, al no poder asegurar que la totalidad de activos y pasivos están registrados.

Tenis de mesa. Tampoco los censores pueden dar una opinión sobre los balances. Omiten los recursos propios y no justifican seis subvenciones que con carácter extraordinario pagó el mismo CSD, con suma de 8.214.931.