Un mercado sin ideas

El mercado de valores continúa sesteando como si no terminase de sacudirse de encima el sopor producido por el champán de estas fiestas que ya se terminan. La sesión de ayer fue continuación de la anterior y es de temer que sea preludio de la de mañana.Si se trata de buscar alguna otra causa para la actual situación del mercado, posiblemente se encontrará que la falta de ideas es una de las más válidas. Tal vez por la fecha en que estamos, algún que otro operador esté aguardando a ver aparecer su buena estrella en el cielo para que le indique el camino a seguir, al menos a medio plazo. Mientra...

El mercado de valores continúa sesteando como si no terminase de sacudirse de encima el sopor producido por el champán de estas fiestas que ya se terminan. La sesión de ayer fue continuación de la anterior y es de temer que sea preludio de la de mañana.Si se trata de buscar alguna otra causa para la actual situación del mercado, posiblemente se encontrará que la falta de ideas es una de las más válidas. Tal vez por la fecha en que estamos, algún que otro operador esté aguardando a ver aparecer su buena estrella en el cielo para que le indique el camino a seguir, al menos a medio plazo. Mientras tanto, la falta de decisión sigue erosionando el terreno y ayer los índices generales, salvo el de Barcelona, que apenas se movió, continuaron cediendo centésimas.

En el mercado madrileño la sesión fue algo más que tranquila y sólo se vio un poco animada por el ligero sostenimiento que parece que inician los valores eléctricos. Tras los pagos de dividendos, ha comenzado una ligera recuperación que ha sido fuerte en el caso de Viesgo, que también recupera algo del terreno perdido en el precio de sus cupones. Al precio actual del cupón a treinta pesetas, la acción nueva está casi siete puntos por encima del precio de las antiguas.

Los grandes bancos parecen decididos a alcanzar en estos principios de año sus cotas mínimas y ayer, casi con la misma cantidad de papel que tenían el martes, todos, excepto Banesto, cedieron posiciones. El Banco de Santandet, que casi doblaba el saldo vendedor del día anterior, publicó papel sin operaciones con lo que se sitúa nuevamente en las proximidades del 200%. El Banco Central, que también duplicaba su saldo anterior, tomó el 35% de éste y recortó tres puntos de su precio. Por su parte, Bilbao, Hispano y Popular cedieron dos y el Vizcaya, que no llegaba a los 4.000 títulos, perdió cuatro enteros al tomar nada más que el 30% de este reducido saldo.

Los bancos industriales se sumaron a esta acción y perdieron algo más de lo que ganaron el martes, con lo que se sitúan por debajo del cien.

Todos los sectores, excepto el químico, tuvieron ayer signo negativo y el conjunto queda por debajo de la par. La ausencia de las instituciones sigue notándose en el parqué, tanto en lo concerniente al número de valores contratados, que han sido muy pocos estos dos días, como en la dirección e impulso que le suelen imprimir al mercado.

La Bolsa de Barcelona se mostró ayer más sostenida que en la jornada precedente, pero, al igual que las otras, adoleció de falta de dirección y de ausencia de órdenes. Los valores locales han comenzado a ceder y la postura que mantenían el martes parece haber sido abandonada. El número de valores contratados también fue muy bajo en este mercado, pero en el que más se acusó fue en Valencia, donde sólo se contrataron veintiséis.

Los pagarés del tesoro se continúan negociando en pequeño número, ayer veinte millones, y sin embargo donde ha habido una fuerte subida ha sido en la negociación de pagarés de empresa. En el mercado madrileño se hicieron un total de 657.500.000 pesetas, de los que casi quinientos millones pertenecían a RENFE y el resto a ENHER (Empresa nacional Hidroeléctrica del Ribagorzana). La rentabilidad de estos pagarés está muy alta, a más del 15%, y no es por tanto de extrañar que su aceptación por parte de los inversores siga siendo buena.