Gente

Jorge Guillén

recibió ayer en su casa de Málaga la visita del ministro de Cultura, Javier Solana. "Desde hace muchos años", comentá el ministro, "soy un lector empedernido de su poesía. Es un amigo al que le debo mucho en mi formación". Al margen de la faceta personal, Javier Solana declaró que con la visita se manifiesta "un acercamiento y un reconocimiento a un intelectual que ha dado toda su vida a la cultura, al que las nuevas generaciones deben apreciar, amar y valorar". Antes de visitar al poeta, el titular de Cultura pasó unas horas en el albergue juvenil Africa, de Marbella, en el que se cele...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

recibió ayer en su casa de Málaga la visita del ministro de Cultura, Javier Solana. "Desde hace muchos años", comentá el ministro, "soy un lector empedernido de su poesía. Es un amigo al que le debo mucho en mi formación". Al margen de la faceta personal, Javier Solana declaró que con la visita se manifiesta "un acercamiento y un reconocimiento a un intelectual que ha dado toda su vida a la cultura, al que las nuevas generaciones deben apreciar, amar y valorar". Antes de visitar al poeta, el titular de Cultura pasó unas horas en el albergue juvenil Africa, de Marbella, en el que se celebró ayer una jornada de puertas abiertas. Más tarde, Solana argumentaría sobre el simbolismo de ambos actos: "Primero con los jóvenes y después con don Jorge. Unos y otros debemos conocernos. La juventud debe ser, junto con los intelectuales, elemento fundamental de la cultura, cultura que tiene que jugar un papel primordial en la renovación de España". Antes de regresar a Madrid, Javier Solana, acompañado del alcalde de Málaga, Pedro Aparicio, visitó el teatro romano de la ciudad, sobre cuyos restos está edificada la Casa de la Cultura.

Archivado En