El portavoz del palacio de Buckingham desmiente que 'Iadi Di' padezca anorexia nerviosa

Diana, princesa de Gales, puede tener problemas de peso, pero su mayor preocupación debe ser ahora el constante examen al que se ve sometida por parte de la Prensa británica. El último enfrentamiento entre ésta y el palacio de Buckingham, residencia oficial de la reina Isabel II, tuvo lugar ayer, al publicar tres diarios informaciones sobre el supuesto adelgazamiento de la princesa, debido, según estas fuentes, a la enfermedad que se viene a llamar anorexia nerviosa, con la que se pierde el apetito. El palacio, a través de un portavoz, se declaró consternado.

"Los rumores sin fundam...

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Diana, princesa de Gales, puede tener problemas de peso, pero su mayor preocupación debe ser ahora el constante examen al que se ve sometida por parte de la Prensa británica. El último enfrentamiento entre ésta y el palacio de Buckingham, residencia oficial de la reina Isabel II, tuvo lugar ayer, al publicar tres diarios informaciones sobre el supuesto adelgazamiento de la princesa, debido, según estas fuentes, a la enfermedad que se viene a llamar anorexia nerviosa, con la que se pierde el apetito. El palacio, a través de un portavoz, se declaró consternado.

"Los rumores sin fundamento", como los calificó Palacio, se deben a que Diana parece haber perdido peso desde que en el verano diera a luz al príncipe Guillermo, heredero de la corona británica después de su padre, Carlos, príncipe de Gales. Los diarios The Sun y The Daily Mirror (siete millones y medio de tirada entre ambos) aseguraban ayer que Carlos había contactado con sus médicos para que examinaran a su esposa, la cual, según esta versión, está obsesionada con las dietas desde el parto.Diana y Carlos contrajeron matrimonio quince meses atrás, y desde entonces no pasa un día en que las actividades más mínimas de la princesa no vengan recogidas por la Prensa. De hecho, según amigos próximos, son estas presiones las que están causando el stress de la princesa. Así, la Prensa no perdió la oportunidad de un comentario cuando la semana pasada Diana rechazó, con buena educación, un plato de cerdo a la sidra que se le ofreció en una ceremonia oficial. Prefirió una ensalada y, según estas versiones, aseguró que "me estoy cuidando el tipo".

Faltó tiempo para que proliferaran los rumores, alimentados por el hecho de que su hermana mayor, ladi Sara, fuese de hecho anoréxica años atrás. El sábado, la princesa de Gales se retrasó cinco minutos en una ceremonia en el Albert Hall en recuerdo de los muertos de la Primera Guerra Mundial. La reina tuvo que esperar. Los periódicos afirmaron que Carlos había comentado que la princesa estaba enferma y no acudiría a la cita. Inesperadamente, Diana apareció "contenta y sonriente". Ayer, The Daily Mail revelaba la exclusiva de que Carlos pretendía llevarse a su esposa a unas vacaciones invernales. El esquí y el contacto con el aire puro de la montaña harían que la supuesta enferma recuperara su apetito.

"No nos ocupamos de los asuntos personales de la familia real cada vez que se lanza un rumor de mal gusto. Pero éste nos deja consternados", comentó un portavoz de palacio. "Pienso", añadió, "que el hecho de que la princesa estuviera en una forma brillante en dos ocasiones públicas el domingo habla por sí mismo". El portavoz se refería a la aparición de la princesa en la ceremonia del cenotafio para recordar a los muertos de la guerra y, posteriormente, en una gala de la guardia galesa. Y, sin embargo, es verdad que parece haber adelgazado. Otros rumores indican que está nuevamente embarazada. Habrá que esperar la versión oficial.

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