La victoria socialista

CASTILLA-LEÓN

Los resultados electorales en la región de Castilla-León acentúan, si cabe, más que en otras regiones, la bipolarización PSOE-AP, que constituye la nota más característica de estas elecciones legislativas. El PSOE ha reforzado su posición desde diez diputados en la elecciones de 1979 a dieciocho en las actuales, mientras AP-PDP se eleva desde cero a trece puestos en el Congreso de los Diputados. UCD sólo conserva tres diputados (en León, Zamora y Soria, dos ex ministros y Gabriel Cisneros) de los veinticinco que consiguió en la región en las elecciones de 1979. El Centro Democrático y S...

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Los resultados electorales en la región de Castilla-León acentúan, si cabe, más que en otras regiones, la bipolarización PSOE-AP, que constituye la nota más característica de estas elecciones legislativas. El PSOE ha reforzado su posición desde diez diputados en la elecciones de 1979 a dieciocho en las actuales, mientras AP-PDP se eleva desde cero a trece puestos en el Congreso de los Diputados. UCD sólo conserva tres diputados (en León, Zamora y Soria, dos ex ministros y Gabriel Cisneros) de los veinticinco que consiguió en la región en las elecciones de 1979. El Centro Democrático y Social, de Adolfo Suárez, consigue un escaño por Avila, el de Agustín Rodríguez Sahagún.Alianza Popular ha sobrepasado en la región de Castilla-León los resultados ya ventajosos que le otorgaban las encuestas, al ser el partido que en mayor medida se ha beneficiado del derrumbamiento de Unión de Centro Democrático. De los veinticinco escaños conseguidos en la región por UCD en las elecciones legislativas de 1979, trece han pasado a AP y ocho al PSOE. Provincias como Valladolid y Segovia han transferido a AP los diputados conseguidos en 1979. En Burgos, Zamora, y León los escaños conseguidos por UCD en las anteriores elecciones han pasado en una proporción de idos a uno a AP y al PSOE, respectivamente, mientras que en Salamanca, Palencia y Avila el reparto de estos escaños entre las dos formaciones se mantiene o se inclina ligeramente en algún caso a favor del PSOE.

Como preveían las encuestas, la dispersión del voto de UCD no ha implicado que los que votaron a este partido en 1979 hayan dispersado en las actuales elecciones sus preferencias entre los restos del hasta ahora partido del Gobierno y el CDS, sino que las han dirigido, en primer lugar, hacia las candidaturas de AP, haciendo que este partido consiga quince escaños, y, en segundo lugar, hacia las del PSOE, aumentando también sustancialmente el número de escaños que este partido había conseguido en 1979.

Por su parte, el resto de los grupos políticos de ámbito nacional con representación parlamentaria que han concurrido a esta selecciones -Fuerza Nueva y Partido Comunista de España- no ha cambiado en sus resultados: ni consiguieron escaño en 1979 ni lo han conseguido en 1982.

Los partidos y coaliciones extraparlamentarias tampoco han alcanzado ningún escaño. Por lo demás, la escasa presencia de grupos regionalistas, como el Bloque Agrario o el Partido Ruralista, así como el Partido del Bierzo, no ha constituido ningún reclamo para los castellano-leoneses, que han dirigido su voto a PSOE y AP.

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