Golpismos en la tercera fase
En plena campaña electoral oímos cada día a los líderes de distintos partidos asegurándonos que van a luchar contra el golpismo. Pero, no sin cierta angustia, veo que ninguno enfoca el problema adecuadamente. Se habla de un compló militar, de una posible participación civil. ¿Es que nadie se da cuenta de la verdadera situación?Hemos asistido a la frustrada operación Galaxia. Se ha desarticulado recientemente la operación Marte. Y hace poco más de un año y medio pudimos escuchar en la radio los disparos del 23-F.
No hay que ser astrónomo profesional para relacionar tres nom...
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En plena campaña electoral oímos cada día a los líderes de distintos partidos asegurándonos que van a luchar contra el golpismo. Pero, no sin cierta angustia, veo que ninguno enfoca el problema adecuadamente. Se habla de un compló militar, de una posible participación civil. ¿Es que nadie se da cuenta de la verdadera situación?Hemos asistido a la frustrada operación Galaxia. Se ha desarticulado recientemente la operación Marte. Y hace poco más de un año y medio pudimos escuchar en la radio los disparos del 23-F.
No hay que ser astrónomo profesional para relacionar tres nombres como Galaxia, Marte y 23-F, que -no me engaña- es en realidad F-23, es decir, el nombre de un asteroide conocido por cualquier aficionado.
Está claro. Lo que se prepara es, sin duda, una invasión por parte de alguna civilización de otro planeta más avanzada tecnológicamente que la nuestra -el mismo Chicho Ibáñez Serrador nos lo advirtió en una película no hace mucho-. ¿De qué planeta vienen? Eso habría que consultarlo en la enciclopedia galáctica de Carl Sagan. O quizá el problema es más grave: puede tratarse de una operación más llevada a cabo por el largo brazo del imperio interestelar (el de El imperio contraataca, naturalmente).
Visto esto, se impone una nueva estrategia electoral. Señores líderes, háganme caso: pueden prometernos y prométannos que alzarán la mirada al cielo y concentrarán sus esfuerzos para poner nuestra tecnología a nivel cósmico. El peligro es inminente, y el 28 de octubre está a la vuelta de la esquina. /