Cinco bancos suscriben hoy un contrato con la Bolsa de Madrid para crear el mercado de pagarés a la orden

Cinco bancos -Exterior de España, Industrial de Bilbao, Hispano Industrial, Bank of America y Midland Bank- suscriben hoy con la Bolsa de Madrid un contrato de adhesión para formalizar la creación de un nuevo mercado financiero: el de los pagarés a la orden o pagarés de empresa, similar al de las letras de cambio negociadas en Bolsa, pero con la particularidad de que, en el caso de los pagarés, éstos no tienen garantía bancaria.

El nuevo papel que se pone en circulación es emitido por una sociedad, pero se negocia en Bolsa a través de un banco, ya que las empresas no pueden acudir a...

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Cinco bancos -Exterior de España, Industrial de Bilbao, Hispano Industrial, Bank of America y Midland Bank- suscriben hoy con la Bolsa de Madrid un contrato de adhesión para formalizar la creación de un nuevo mercado financiero: el de los pagarés a la orden o pagarés de empresa, similar al de las letras de cambio negociadas en Bolsa, pero con la particularidad de que, en el caso de los pagarés, éstos no tienen garantía bancaria.

El nuevo papel que se pone en circulación es emitido por una sociedad, pero se negocia en Bolsa a través de un banco, ya que las empresas no pueden acudir a este nuevo mercado directamente. Los bancos con capacidad de operación en este nuevo mercado -los cinco citados más otras posibles incorporaciones posteriores- suscriben esta mañana un contrato tipo en el que se estipulan las condiciones que deben cumplir tanto las instituciones financieras como las propias empresas.La fórmula de los nuevos pagarés -Enher inicia el mercado con una emisión de 3.000 millones de pesetas a seis meses- es similar a la de las letras de cambio: tienen un plazo de vida corto, entre seis meses y un año, y el interés se paga al inicio de la operación y no a su vencimiento. Ello quiere decir que, suponiendo que el interés sea del 15% si se suscriben pagarés por valor de un millón de pesetas a seis meses, hay que desembolsar 925.000 pesetas en lugar del millón nominal, recuperando al vencimiento de estos pagarés un millón de pesetas.

Dado que la diferencia fundamental que existe entre las letras y los pagarés es que las primeras se negocian con garantía bancaria y los pagarés se ponen en circulación sin ella, tanto los bancos como la propia Bolsa han decidido instrumentar mecanismos que aseguren el recobro de las cantidades prestadas. Para ello, toda empresa que emita pagarés a la orden tiene que firmar un contrato de crédito subsidiario con un banco o grupo de bancos por un importe igual a la cantidad que se vaya a sacar en pagarés. La Bolsa controlará que las empresas no saquen al nuevo mercado cantidades mayores que la línea de crédito pactada.

Estabilidad de costes

Para las empresas que busquen financiación en este nuevo mercado, la necesidad de tener al tiempo una línea de crédito equivalente, además de garantizarlas el pago de las obligaciones ya contraídas, las puede servir para estabilizar sus costes financieros. Los pagarés tendrán como tipo de referencia el de los pagarés del Tesoro, o deuda pública a corto plazo, sobre los mismos plazos, mientras que el crédito subsidiario utilizará el del interbancario. Las empresas podrán dar orden a los bancos de colocar sus emisiones para que saquen un mayor volumen de pagarés cuando el coste de éstos sea menor que el de utilización del crédito; en caso contrario, utilizarán la línea de crédito y se olvidarán de emitir pagarés. De esta forma la tendencia a un acercamiento entre ambos costes será mayor y apenas deberá haber diferencias entre ellos.Para las empresas que se decidan por salir a este mercado, la ventaja principal que presenta es que van a obtener recursos a corto plazo, entre seis meses y un año, para financiar sus proyectos de inversión de largo. El contrato de crédito subsidiario que firman con un banco o grupo de bancos va a ser a plazos mínimos de cinco años; con este contrato las entidades financieras se comprometen a tener dispuesta una línea de crédito, por un volumen determinado durante ese período, que puede ser utilizada o no por la empresa en función de sus necesidades. Al tiempo, tienen cubiertos y asegurados los costes financieros de sucesivas emisiones, nunca por valor superior al de la línea de crédito, durante ese período de tiempo.

Grandes empresas

El mercado de pagarés a la orden está diseñado para que acudan a él grandes empresas con fuertes necesidades de inversión y capacidad financiera. En principio, las empresas públicas, las compañías eléctricas y las multinacionales son los principales candidatos para iniciarlo.Enher será la primera de todas ellas. El Banco Exterior de España, el Bank of America y el Midland Bank se han comprometido con la compañía eléctrica para asegurar una emisión de bonos por valor de 3.000 millones de pesetas, a seis meses de amortización y durante un período de cinco años. El tipo de interés de la primera emisión, que tendrá lugar el próximo día 13, será ligeramente superior al de: los pagarés del Tesoro y se situará por encima del 15,5%.

Otras empresas estudian en estos momentos la posibilidad de acudir a este mercado, aunque todas parecen haberse puesto de acuerdo en esperar a ver cómo evoluciona la emisión de Enher para salir después. General Motors, la sociedad que tiene un volumen mayor de emisiones de este instrumento en el mercado norteamericano, considera la posibilidad de buscar dinero con esta vía para hacer frente a parte de sus proyectos de inversión.

Renfe, por su parte, también lo está considerando, aunque en este caso hay problemas pendientes que tienen que ser clarificados antes. Por su peculiaridad, la empresa española de ferrocarriles no puede endeudarse a largo plazo -como sería el caso de estas emisiones unidas a una línea de crédito- sin que ello venga avalado por el Estado, a través de la correspondiente consignación presupuestaria. En la actualidad, tanto los servicios jurídicos de la empresa como de los bancos que garantizarían esta operación estudian cómo podría solventarse dicho problema.

Otras empresas públicas -y los dos bancos que han suscrito el acuerdo con la Bolsa pero no participan en la operación de Enher- barajan otras que servirían para afianzar el nuevo mercado, aunque se considera que su consolidación no puede ser inmediata y que tardará en crecer lo mismo que lo hizo el mercado de letras negociadas en Bolsa.

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