El PNV y Euskadiko Ezkerra suscriben una petición gracia para los presos vascos

El PNV y Euskadiko Ezkerra (EE) han presentado conjuntamente una proposición no de ley en la que, tras llamar "a todas las organizaciones armadas para que cesen en su actividad violenta", piden a los poderes competentes del Estado que "arbitren medidas de reconciliación". El texto cuenta también con el apoyo de la mayoría del grupo centrista -cuatro de cuyos seis miembros pertenecen actualmente al CDS, de Adolfo Suárez que se ha comprometido a dar su voto favorable a dicha proposición no de ley. La iniciativa, que partió de EE, ha sido asumida por el PNV, lo que significa que contará con el ap...

El PNV y Euskadiko Ezkerra (EE) han presentado conjuntamente una proposición no de ley en la que, tras llamar "a todas las organizaciones armadas para que cesen en su actividad violenta", piden a los poderes competentes del Estado que "arbitren medidas de reconciliación". El texto cuenta también con el apoyo de la mayoría del grupo centrista -cuatro de cuyos seis miembros pertenecen actualmente al CDS, de Adolfo Suárez que se ha comprometido a dar su voto favorable a dicha proposición no de ley. La iniciativa, que partió de EE, ha sido asumida por el PNV, lo que significa que contará con el apoyo de la mayoría parlamentaria.Cuando el pasado mes de julio se conocieron las negociaciones de EE con los ministerios del Interior y de Justicia para concretar posibles medidas de gracia a ex militantes de ETA Político-militar, Juan María Bandrés ya anunció que su partido pediría un pronunciamiento al Parlamento. Ahora, después de que la Cámara autónoma acordase su paralización durante la campaña electoral, el PNV ha estampado su firma, junto a la de EE, en la proposición no de ley. También el grupo centrista se ha comprometido a dar su voto favorable cuando el texto sea debatido en el Parlamento vasco.

Desde que la Cámara aprobó una resolución en 1980 que contemplaba una declaración sobre "los elementos necesarios que contribuyan a la pacificación de Euskadi", se han desarrollado acontecimientos nuevos. La progresiva concienciación ciudadana acerca de los cauces políticos como única vía para mantener una firme democracia y el abandono de ETApm (VII -Asamblea) de sus actividades son dos fenómenos que destaca el documento parlamentario.

Después de señalar la necesidad de realizar un nuevo llamamiento solemne al cese de la violencia, los grupos firmantes del texto proponen que "el Parlamento vasco se reafirme en que la pacificación y progreso del pueblo vasco precisan del avance global en la profundización de la democracia y el autogobierno, en la renuncia a la violencia y al recurso de las armas y en las medidas tendentes a la reinserción social de presos y exiliados vascos".

En un segundo punto solicitan que el Parlamento realice un llamamiento a todas las organizaciones armadas para que cesen sus actividades.

Por último, en la proposición no de ley se contempla que el Parlamento vasco se dirija a los "poderes competentes del Estado" para que, dentro de la legalidad vigente, arbitren medidas de reconciliación para quienes hubieran renunciado a la práctica armada, de modo que la concordia pueda cerrar un doloroso capítulo de nuestra historia reciente".

El portavoz nacionalista, José Antonio Rubalcaba, señaló, en una conferencia de Prensa celebrada en Vitoria, que su partido no tenía objeción alguna en apoyar todas las medidas que contribuyan a la pacificación, "aunque tal iniciativa pudiera ser utilizada electoralmente por EE". De su lado, el representante de este último partido, Javier Markiegui, declaraba: "Nos sentimos muy orgullosos de tener la compañía del PNV, del lendakari y su Gobierno en esta iniciativa".

Por su parte, el secretario de los socialistas vascos, Txiki Benegas, insistía, en el curso de una conferencia de Prensa, en que su partido -que no ha firmado la iniciativa parlamentaria- no es partidario de la negociación, en general, con ETA. Sin embargo, matizó que, "en la medida en que la legalidad vigente lo permita, es positiva la reinserción social de los que abandonan la lucha armada". Dejaba así una puerta abierta al diálogo "si el abandono de las armas se produce de forma irreversible".