6 muertos al explotar un coche-bomba en Teherán
Seis personas resultaron muertas ayer en el centro del Teherán y otras sesenta heridas al explotar un coche-bomba. Según fuentes del Ministerio del Interior iraní, ninguna personalidad figura entre las víctimas, la mayor parte de las cuales eran gente que paseaba.
El coche-bomba hizo explosión cerca de los ministerios de Justicia y del Interior, situados en un barrio céntrico. Algunos minutos después del atentado era imposible aproximarse al sector de Teherán donde se registró la explosión, que había sido bloqueado por miembros de los comités de la Revolución Islámica (una especie de co...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Seis personas resultaron muertas ayer en el centro del Teherán y otras sesenta heridas al explotar un coche-bomba. Según fuentes del Ministerio del Interior iraní, ninguna personalidad figura entre las víctimas, la mayor parte de las cuales eran gente que paseaba.
El coche-bomba hizo explosión cerca de los ministerios de Justicia y del Interior, situados en un barrio céntrico. Algunos minutos después del atentado era imposible aproximarse al sector de Teherán donde se registró la explosión, que había sido bloqueado por miembros de los comités de la Revolución Islámica (una especie de comités de barrio Íranies).Los cristales de numerosos edificios oficiales que existen en esta zona de la capital iraní quedaron completamente destruidos en un radio de varios centenares de metros, testimoniando así la violencia de la explosión.
Un numeroso grupo de ambulancias que llegó procedente de diversos puntos de la ciudad tuvo que esperar a que las grúas pudiesen efectuar las tareas de desescombro antes de poder empezar a recoger a los heridos para transportarlos a los hospitales.
Al mismo tiempo, numerosos vehículos de gran cilindrada de los Guardianes de la Revolución, con las sirenas sonando, cerraron el tráfico en las calles adyacentes y organizaron una manifestación con gritos de "Muerte a los hipócritas" (terminología que se usa para definir a los muyaidines, oposición iraní de izquierdas), junto con otros jóvenes que acudían al lugar para comprobar los efectos de la explosión.
La manifestación fue contenida por miembros de los comités, armados con fusiles Kalashnikov, que no daban prueba, sin embargo, de nerviosismo. "Esta revolución se hace con la sangre", declaró uno de ellos.