Tribuna:

Tras el sobresalto, el mercado recuperó su parsimonia

Al final consiguieron acabar con la fiesta y, ante el fastidio de algunos, devolver al mercado a sus tradicionales cauces de rutina y escaso negocio. Los que lo consiguieron fueron evidentemente los responsables de las carteras institucionales más importantes, empeñados desde el mismo miércoles en frenar la baja de las eléctricas, y además dar a conocer a todo el mundo y de forma ostensible su más absoluto desacuerdo con la posibilidad de que este sector refleje bajas excesivas en los precios de sus acciones. Para algo en sus carteras se encuentra una nutrida representación de títulos d...

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Al final consiguieron acabar con la fiesta y, ante el fastidio de algunos, devolver al mercado a sus tradicionales cauces de rutina y escaso negocio. Los que lo consiguieron fueron evidentemente los responsables de las carteras institucionales más importantes, empeñados desde el mismo miércoles en frenar la baja de las eléctricas, y además dar a conocer a todo el mundo y de forma ostensible su más absoluto desacuerdo con la posibilidad de que este sector refleje bajas excesivas en los precios de sus acciones. Para algo en sus carteras se encuentra una nutrida representación de títulos de estas sociedades y a nadie le gusta que le cuestionen su capacidad profesional.En su recuperación, las eléctricas fueron acompañadas por unas importantes reducciones en los fantasmales saldos vendedores de los grandes bancos que protagonizaron un salto atrás espectacular, pasando el Santander de contar con 160.000 títulos a la venta el pasado martes, a presentar el viernes en el mercado madrileño un saldo comprador de 255.000 acciones. Por mucho que se prevea la ampliación de capital en la entidad cántabra ¿hay quién pueda dar crédito a semejante disparidad de cifras en tan sólo cuatro reuniones?

Por lo demás, el mercado, tras el sobresalto inicial, recuperó una buena parte de su parsimonia, y otra vez volvió a resultar difícil escuchar una voz más alta que la otra en los corros de contratación. El interés se centró, casi exclusivamente, en los dos grupos señalados, bancos y eléctricas, mientras que los demás valores quedaban sumidos en las penumbras de la indefinición.

Incluso se barajaron hipótesis positivas para el mercado, que en definitiva sólo resultaban una coartada para justificar la reacción de carácter eminentemente técnico que se produjo y que puede ver su ocaso en las próximas reuniones.

En este sentido, la posible coalición entre los restos de la maltrecha UCD y la formación conservadora que encabeza el fogoso Manuel Fraga se consideraba como un factor para cotizar al alza, ya que podría representar, en opinión de los múltiples aprendices de brujo que pululan por los parqués españoles, un freno seguro, a lo que ellos mismos califican de imparable victoria socialista. Evidentemente, lo que no queda claro es de dónde sacarán ni una ni otra impresión.

Sin embargo, y en pura lógica, el mercado de acciones en las próximas semanas debe presentar una clara tendencia declinante, fruto lógico de la canalización de recursos hacia inversiones más tranquilas.

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