Tribuna:

Una jornada que sembró cierta alegría

Se esperaba la sesión de la bolsa de ayer con cierta expectación, debido a las alzas producidas el día anterior. Caras de alegría y algún que otro frotarse de manos iban acogiendo la aparición de los cambios en la pizarra, y más de uno decía, con cara de alivio: "Esto ya es otra cosa". Y es que ayer parecía ir tomando cuerpo el agostillo, ya que no pudo ser agosto, tan esperado por los que se quedaron precisamente para eso y veían pasar los días con la sensación de estar perdiendo el tiempo.De la mano de los bancos, el mercado se mostró un tanto más alegre que en días anteriores, aunque no log...

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Se esperaba la sesión de la bolsa de ayer con cierta expectación, debido a las alzas producidas el día anterior. Caras de alegría y algún que otro frotarse de manos iban acogiendo la aparición de los cambios en la pizarra, y más de uno decía, con cara de alivio: "Esto ya es otra cosa". Y es que ayer parecía ir tomando cuerpo el agostillo, ya que no pudo ser agosto, tan esperado por los que se quedaron precisamente para eso y veían pasar los días con la sensación de estar perdiendo el tiempo.De la mano de los bancos, el mercado se mostró un tanto más alegre que en días anteriores, aunque no logró sacudirse la apatía acumulada en lo que va de mes. Las alzas fueron generalizadas, llevando la mejor parte los bancos, monopolios y grupos industriales.

El grupo de los bancos casi duplicó el saldo comprador del día anterior, mostrándose el Santander como el más codiciado del grupo, sin duda debido a la proximidad del aumento del nominal de sus acciones, que parece ser bien recibido por los inversores. No sucede lo mismo con el Hispano, cuya ampliación. parece quedar relegada a un segundo plano, al menos por el momento. De la ampliación de Banesto hay que decir que, aprovechando la situación1 los cupones ganaron cinco pesetas y se acercaron nuevamente a su valor teórico de partida. El Central se movió ayer con fuerza y ganó siete puntos, para acercarse al 300% y dar algo más de tranquilidad a la junta del Internacional de Comercio, que se celebrará hoy.

Tal vez la nota destacada en la Sesión de ayer fuese la del sector eléctrico, que pareció no conceder importancia a los Juegos de los demás, como si no creyera en milagros, y se limitó casi a repetir la actuación de la sesión anterior, dejando que se luciesen esos valores de segunda fila que, junto a los bancos, parecen ser los llamados a dar un tono más festivo a las sesiones que quedan de este mes, aunque es muy difícil poder hacer un pronóstico sobre la continuidad de estas subidas.

El sector de la construcción es uno de los más afectados y quizá el que mejor muestra la fragilidad de la situación, al darse por igual en los valores que lo componen las alzas y las bajas, las posiciones de papel y de dinero, las repeticiones y los valores que no cotizaron. Se ve muy claramente que la situación obedece más a movimientos especulativos que a una postura firme del mercado, hecho que queda explícito en los volúmenes de contratación, a pesar de que ayer fue muy superior a la de días anteriores.

El resto de las bolsas españolas no fueron menos que la madrileña y también se unieron a la fiesta, con más bullicio en Valencia, donde el índice general subió 1,62 puntos, y con más tranquilidad en Barcelona, donde sólo ganaba 0,55. Bilbao y Madrid rondaron el punto. El panorama general muestra, pues, una cierta recuperación, que, debido a su carácter, nadie se, atreve a festejar demasiado. Los especialistas se muestran muy cautelosos y por el momento no se pronuncian. Nadie se atreve a hablar todavía de reacción técnica y más de uno alude a la vieja explicación del efecto de rebote que suelen tener los índices cuando se acercan a sus mínimos, aunque habría que admitir que en esta ocasión. el rebote ha sido un tanto fuerte.

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