La cantera y un trabajo bien hecho

El baloncesto ha vuelto a ser el salvador del deporte español con un éxito histórico. Si no se produce algún tropiezo inesperado frente a Colombia (por el público, más que otra cosa), Australia o Canadá, la medalla de bronce, al menos, parece asegurada. La mejor actuación de la historia es casi un hecho tras derribar al gigante norteamericano, que ahora deberá frenar a la URSS y Yugoslavia, si no quiere perderlo todo. El equipo de Díaz Miguel, mientras tanto, saldrá ante los dos restantes favoritos con muchó que ganar y poco que perder. Los soviéticos ya cayeron hace poco en Burgos, aunque fue...

El baloncesto ha vuelto a ser el salvador del deporte español con un éxito histórico. Si no se produce algún tropiezo inesperado frente a Colombia (por el público, más que otra cosa), Australia o Canadá, la medalla de bronce, al menos, parece asegurada. La mejor actuación de la historia es casi un hecho tras derribar al gigante norteamericano, que ahora deberá frenar a la URSS y Yugoslavia, si no quiere perderlo todo. El equipo de Díaz Miguel, mientras tanto, saldrá ante los dos restantes favoritos con muchó que ganar y poco que perder. Los soviéticos ya cayeron hace poco en Burgos, aunque fuese en un amistoso. Con una gran defensa y serenidad en ataque, como ante Estados Unidos, sin dejar escaparse demasiado en el marcador a Tkachenko y los suyos, sería factible un nuevo éxito. Más difícil frente a los Delibasic, Dalipagie y compañía, aunque ya todo se puede esperar.Es el producto de un trabajo 6ien hecho, de la cantera, pese a los extranjeros de los clubes, con más o menos calidad. Brabender es ya el único superviviente americano y el dominicano Sibilio se ha hecho en Barcelona. El resto son frutos de operaciones altura y se llaman Martín, Jiménez o Romay. No hay problemas de divismos, porque tampoco existen diferencias en las compensaciones pseudoamateurs.

No es el caso del fútbol, donde el ejemplo italiano de Rossi, Tardelli y Gentile, justamente agraviados por los muchos millones más que cobrarán Platini y Boniek, les llevó a un plante, que no sería descabellado, descartar en un futuro próximci aquí. Abono suficiente hay ya para ello, cuando muchas deudas actuales de los clubes han surgido de algún contrato leonino muy por encima del resto de la plaiitilla.

Sólo los extranjc:ros de calidad merecen siempre la pena, pero incluso esos tienen la misma responsabilidad que los de casa, tantas veces injusilamente exigidos en exceso, y con contratos ridículos en la compiaración. Aunque en demasiadas ocasiones han sido los castillistas de tumo, en el caso del Real Madrid, por ejemplo, los que han sacado las castañas de fuegos dondé se han quemado habitualmente selecciones con todo lujo de fichajes, como el Barcelona.

Y que se siguen quemando, según acaba de coniprobarse, aun con la Justificación de la falta de rodaje, las lesiones y la sola presencia de sus extranjeros nacionales, tras el humillante 4-1 en el Teresa Herrera ante el Dynamo de Kiev. Quizá por ello, Núñez, para reforzar la cantera que le falla o, más bien, le sobra en el Barcelona Atlético, va a incorporar al mundialista Yáñez, de la cantera chilena. Es el colmo: el método olendorfutbolístico.