Estados Unidos considera 'insuficiente' el documento suscrito por Yasir Arafat

Estados Unidos considera insuficiente para sentarse a negociar con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) el documento suscríto por el líder palestino Yasir Arafat, mediante el que acepta "todas las resoluciones de la ONU relativas al problema palestino". Las primeras informaciones que deducían de estas palabras un reconocimiento palestino de Israel -un auténtico terremoto político-diplomático en el complejo tramado de intereses de Oriente Próximo- fueron tomando a lo largo de la jornada de ayer un perfil más nítido con las precisiones realizadas por la propia OLP: la central Pa...

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Estados Unidos considera insuficiente para sentarse a negociar con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) el documento suscríto por el líder palestino Yasir Arafat, mediante el que acepta "todas las resoluciones de la ONU relativas al problema palestino". Las primeras informaciones que deducían de estas palabras un reconocimiento palestino de Israel -un auténtico terremoto político-diplomático en el complejo tramado de intereses de Oriente Próximo- fueron tomando a lo largo de la jornada de ayer un perfil más nítido con las precisiones realizadas por la propia OLP: la central Palestina no asumía las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU, que reconocen explícitamente el derecho de Israel a existir.

"Estados Unidos no reconocerá ni negociará con la OLP en tanto que ésta no acepte las resoluciones 242 y 338 de la ONU y el derecho de Israel a existir. Esto debe hacerse de una manera clara e inequívoca. La declaración de Arafat no cumple estas condiciones", manifestó ayer Larry Speakes, portavoz de la Casa Blanca. "Cuando estas condiciones se cumplan, estaremos dispuestos a hablar con la OLP", añadió.La declaración del líder palestino, suscrita también por el representante norteamericano Paul McCIoskey, del que ha tomado el nombre de documento McCIoskey, causó desconcierto en Israel, donde desde el primer momento fue considerada como una maniobra propagandística de Arafat. La incertidumbre inicial fue seguida de una sensación de alivio al saberse que las dos resoluciones claves no quedaban incluidas en el confuso y ambiguo compromiso. Para el Gobierno de Beguin, la apertura de negociaciones entre Washington y los palestinos hubiese sido un golpe muy difícil de encajar.

De todas maneras, la conmoción que ha recorrido las cancillerías de medio mundo ante este gran golpe teatral, como ya ha empezado a ser calificado el documento McCloskey, pone de manifiesto, a los ojos de los analistas, que el problema palestino y el reconocimiento de la OLP son dos cuestiones tan maduras que su planteamiento no podrá ser aplazado durante mucho más tiempo. El futuro de los palestinos tendrá que ser discutido a muy corto plazo en una mesa de negociaciones en la que, entre otros negociadores, se hallen los de Washington y la OLP. Páginas 2 y3

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