Cartas al director

Umbral y los músicos clásicos

Comprendo perfectamente que en el peculiar estilo del señor Umbral, un tema como el del paso de los Rolling Stones por Madrid y la actuación de Plácido Domingo, fuera tratado aprovechando al máximo su capacidad, bien conocida por todos sus lectores (entre los que me cuento), para de un modo, en mi opinión, simplista y falto de seriedad, hacer la típica conexión música clásica igual a "conformismo, kitsch, música muerta, palaciega", y música rock igual modernidad. El señor Umbral da a enten der con ello que su conocimiento de la música clásica (nulo, según propia confesión) es de ...

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Comprendo perfectamente que en el peculiar estilo del señor Umbral, un tema como el del paso de los Rolling Stones por Madrid y la actuación de Plácido Domingo, fuera tratado aprovechando al máximo su capacidad, bien conocida por todos sus lectores (entre los que me cuento), para de un modo, en mi opinión, simplista y falto de seriedad, hacer la típica conexión música clásica igual a "conformismo, kitsch, música muerta, palaciega", y música rock igual modernidad. El señor Umbral da a enten der con ello que su conocimiento de la música clásica (nulo, según propia confesión) es de una miopía absoluta. El olvida que los compositores de música clásica, de la gran música que ha llegado a nuestros días, fueron inconformistas en su gran mayoría. Pero el señor Umbral, que en su terreno literario aboga casi a diario por la vuelta a los, clásicos, nos hace querer ver que la música clásica es música de muertos, es museo. Y ésta es tina afirmación muy peligrosa en un país como el nuestro, tercermundista en lo que a la música se refiere. Estimo en su valor justo la música rock. Creo que es una de las expresiones certeras de nuestra sociedad, insatisfecha ante el capitalismo y hambrienta de libertad. Que esta música tenga vigencia dentro de doscientos años es agua de otro jnolino. Lo que sí es cierto es que lo que usted, señor Umb ral, llama "los músicos clásicos muertos", la música dominical conformista y kitsch" sigue siendo hoy, a través de las generaciones, alimento espiritual de pueblos. Y en mi calidad de exiliado de mi país por falta de infraestructuras musicales, sólo deseo que, sea quien sea quien gobierne nuestro país, no olvide que la música (toda la música) es parte esencial del bagaje humano de mi pueblo. / Director general de Música de la Opera de Berlín Occidental.

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