Carrillo reitera la necesidad de agotar la legislatura

La reiteración de la necesidad de agotar la actual legislatura y la reafirmación de la originalidad de la oferta electoral comunista fueron los ejes del amplio discurso leído por el secretario general del PCE, Santiago Carrillo, ante los miles de personas agrupadas en el anfiteatro de la Casa de Campo en la jornada de clausura de la fiesta anual de Mundo Obrero.

El discurso de Carrillo que finalizó con un no clamoroso a Fraga Iribarne, coreado por los asistentes al acto, estuvo centrado en criticar los efectos derechizantes que el fallido golpe de estado del 23-F había producido, según ...

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La reiteración de la necesidad de agotar la actual legislatura y la reafirmación de la originalidad de la oferta electoral comunista fueron los ejes del amplio discurso leído por el secretario general del PCE, Santiago Carrillo, ante los miles de personas agrupadas en el anfiteatro de la Casa de Campo en la jornada de clausura de la fiesta anual de Mundo Obrero.

El discurso de Carrillo que finalizó con un no clamoroso a Fraga Iribarne, coreado por los asistentes al acto, estuvo centrado en criticar los efectos derechizantes que el fallido golpe de estado del 23-F había producido, según el dirigente comunista, sobre la política española. "El Gobierno de Calvo Sotelo", dijo Carrillo, "formado a raíz del golpe se ha esforzado por dar satisfacción a las reivindicaciones de la gran derecha; al mismo tiempo, los efectos del golpe han fortalecido las posiciones de Fraga Iribarne", al que señaló como máximo exponente de la moda retro en política, por su supuesto empeño en "crear un bloque de derechas y provocar un clima de enfrentamiento civil análogo al de 1936".El otro blanco del discurso del secretario general del PCE fue el PSOE al que Carrillo calificó de "partido de centro" en reiteradas ocasiones. "El PSOE", siguió Carrillo, "ha moderado al máximo su política y ha colaborado activamente con Calvo Sotelo", señalando la LOAPA como fruto de esa cooperación.

Las críticas a UCD como partido estuvieron en cambio prácticamente ausentes en la intervención de Carrillo que se limitó a analizar sosegadamente lo que denominó "las razones del desfondamiento de UCD". Para el secretario del PCE éstas son "además de su lamentable política de gobierno, su incapacidad para hacer un frente común con la izquierda en el período de transición", aludiendo seguramente a la fría acogida recibida por su propuesta de gobierno de concentración nacional formulada en distintas ocasiones. Más allá de los errores humanos, las verdaderas causas del fracaso de la oferta centrista estarían, para Santiago Carrillo, en la presencia de "poderes fácticos y de una derecha económica que han considerado a UCD, particularmente cuando la presidía Suárez, como un partido demasiado progresista".

Este desgaste de la UCD, unido a la pérdida de imagen del propio PCE reconocida por Carrillo en varios momentos, constituyen, a juicio del dirigente comunista, los factores inmediatos que han precipitado la bipolarización de la política española.

Precisamente la bipolarización fue presentada repetidamente por Carrillo como la antesala de la involución y como la fase previa de un enfrentamiento entre el PSOE, "convertido por sus dirigentes en una fuerza política centrista" y la gran derecha nucleada por Alianza Popular. "En estas condiciones", advirtió Carrillo, "la confrontación que se produciría sería el choque entre el puchero de hierro (AP) y el puchero de barro (PSOE)".

En su discurso, el secretario general del PCE lanzó constantes llamamientos a la unidad de la izquierda que, por la forma en que fueron presentados, parecían más dirigidos a las bases socialistas que a unos dirigentes a los que se imputaba la desnaturalización del socialismo. Ante la posible sospecha de que su postura estuviera encaminada a defender el espacio electoral del PCE y a impedir que sus electores se dejaran atraer por el voto útil, Carrillo se adelantó a responder: "¡Pues clarol Pretendemos mantener nuestro espacio para evitar que miles de ciudadanos se despierten comprobando que el voto que creían útil ha sido el más inútil que pudieran haber emitido".

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Aislar a Fraga

Para Santiago Carrillo no bastaría en la fase política actual con una mera alianza de los partidos de izquierda, dificultada por lo demás por "la obsesión de la dirección del PSOE en aislar y marginar a nuestro partido", sino que sena preciso, a su juicio, aislar a Fraga y lograr que la burguesía reformista coopere con la izquierda "para consolidar la democracia y dar una solución progresista a la crisis económica".Por todas estas razones, aseveró Carrillo, "anticipar las elecciones juega a favor de la bipolarización". "Es por ésto", informó el secretario general del PCE, "que el comité central ha encomendado al Grupo Parlamentario Comunista la tarea de esforzarse porque la vida de las actuales Cortes se prolongue hasta agotar el plazo constitucional", si bien no concretó las formas que revestiría el esfuerzo por la consecución de este objetivo.

Los pasajes finales del discurso de clausura de la fiesta de Mundo Obrero estuvieron dedicados a esclarecer los objetivos programáticos de su partido que centró en conseguir un plan trienal o cuatrienal que afronte las consecuencias de la crisis y tome el relevo del ANE cuyo cumplimiento consideró "satisfactorio, pero insuficiente".

Un leve acento autocrítico acompañó las palabras de Carrillo cuando se refirió al sistema de elaboración de este programa que, a su juicio, deberá ser trazado con la participación de las bases populares.

Los desgarramientos internos del PCE fueron aludidos en varias ocasiones por el secretario general del PCE al declararse "consciente de que la crisis que ha atravesado nuestro partido y la manipulación que de ella se ha hecho nos han perjudicado". "Nuestro electorado", continuó Carrillo, "no ha comprendido nuestra política interna y ha podido pensar que los comunistas no éramos ese partido coherente serio y responsable que ellos habían creído".

Como método de solución de estas contradicciones, el dirigente comunista ofreció la fórmula "del trabajo de masas, de la ocupación cotidiana en los problemas de los trabajadores, en la vida de los hombres y mujeres que nos rodean, en la paz", frente a quienes .piensan que rompiendo el PCE van a defender mejor las esencias del comunismo".

Es para este PCE, "continuador de la lucha de hombres como Pabio Iglesias, Largo Caballero, Durruti, El noi del suere, José Díaz y Dolores Ibárruri; representantes de la tradición liberal, libertaria y socialista aggiornada a la época actual"; un PCE, concluyó Carrillo, "único partido realmente de izquierda, realmente socialista que existe en España", para el que el secretario general comunista pidió "el voto auténticamente socialista".

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