España y el Mundial-82

En primer lugar ¡quisiéramos mandarle un mensaje al señor Havelange. Si no nos hubiera favorecido con dos penaltis y una expulsión y hubiésemos perdido el primer partido contra Honduras, a lo mejor otro gallo nos hubiese cantado. Lo que vemos una falta de ética asombrosa es que, para vengarse de las críticas recibidas en España por sus concesiones al equipo nacional, este buen señor se vengue de nosotros en el partido contra Alemania.El siguiente mensaje va dirigido a los responsables del fútbol en España. Comparando nuestro equipo con una empresa, podríamos indicar claramente que tanto sus di...

En primer lugar ¡quisiéramos mandarle un mensaje al señor Havelange. Si no nos hubiera favorecido con dos penaltis y una expulsión y hubiésemos perdido el primer partido contra Honduras, a lo mejor otro gallo nos hubiese cantado. Lo que vemos una falta de ética asombrosa es que, para vengarse de las críticas recibidas en España por sus concesiones al equipo nacional, este buen señor se vengue de nosotros en el partido contra Alemania.El siguiente mensaje va dirigido a los responsables del fútbol en España. Comparando nuestro equipo con una empresa, podríamos indicar claramente que tanto sus dirigentes (señor Santamaría y Cía.) como los trabajadores (Juanito y Cía.) llevarían una empresa a una continua bancarrota. Lo peor de todo es que los accionistas (responsables en la administración) han contemplado la falta de productividad y beneficios y simplemente han seguido invirtiendo dinero, me imagino porque no les duele en sus propios bolsillos.

Hablando concretamente de la técnica desarrollada por nuestro equipo, se puede comentar simplemente que no tienen ni la más remota idea de lo que es el fútbol. Basten dos ejemplos: cuando se ataca, los jugadores han de apoyarse, y el éxito de una buena defensiva es secar a los contrarios. Ninguna de estas dos cosas se han llevado a cabo en nuestro equipo, que para nosotros ha sido el único de los veinticuatro que las ha ignorado olímpicamente.

Otro problema fundamental es el desastre que supone la inversión masiva en jugadores extranjeros, que ha demostrado, en su mayoría, no supone beneficio alguno para el fútbol español. Nosotros en su lugar obligaríamos a los clubes a emplear parte de su dinero, por lo menos del que reciben de la Administración, en desarrollar la cantera local. /