Choque de dos mercantes entre Ibiza y Formentera

Dos barcos mercantes, el Cala LLonga y el Cala Galdana, de la compañía Naviera Mallorquina SA, colisionaron a las 6.40 horas de la madrugada del viernes, en la zona conocida por el Freu, entre las islas de Ibiza y Formentera, debido a la densa niebla existente. La noticia no trascendió hasta ayer. En el accidente no ha habido que registrar víctimas personales, aunque sí importantes daños en los cascos de ambos barcos, que fueran trasladados para su reparación al Muelle Viejo en el puerto de Palma de Mallorca.

El Cala Donga de unos cien metros de eslora, 1...

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Dos barcos mercantes, el Cala LLonga y el Cala Galdana, de la compañía Naviera Mallorquina SA, colisionaron a las 6.40 horas de la madrugada del viernes, en la zona conocida por el Freu, entre las islas de Ibiza y Formentera, debido a la densa niebla existente. La noticia no trascendió hasta ayer. En el accidente no ha habido que registrar víctimas personales, aunque sí importantes daños en los cascos de ambos barcos, que fueran trasladados para su reparación al Muelle Viejo en el puerto de Palma de Mallorca.

El Cala Donga de unos cien metros de eslora, 1.200 toneladas y una tripulación de quince a veinte personas, llegó a la zona del Freu, conjunto de islotes y roca existentes entre Ibiza y Formentera, hacia las 6.30 horas, procedente de Valencia, ciudad con la que enlaza habitualmente desde Ibiza. El capitán del barco, Salvador Jolís Muñoz, ante la densa niebla presente en el lugar, realizó los reglamentarios avisos de sirena, que no fueron escuchados por el otro carguero de la misma compañía, Cala Galdana. Fuentes próximas a la tripulación del Cala Llonga señalaron que en el radar del barco se había detectado la presencia de otra embarcación, por lo que se procedió a intentar la comunicación por radio, con resultados negativos, produciéndose la colisión a las 6.40 horas.

Las mismas fuentes recalcaron que el capitán del Cala Galdana, cuyo nombre no ha sido facilitado por la compañía propietaria, padece dificultades auditivas, que supuestamente le habrían impedido escuchar la sirena del Cala Llonga.

El Cala Galdana, con una tripulación de trece personas, resultó dañado en la proa.

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