Nicolás Cabrera, galardonado con el Premio de Ciencias que lleva el nombre de su padre

"Hay que reconocer que en los últimos años España, y en particular sus universidades, han dado pasos importantes en el desarrollo de un clima favorable a la ciencia y la investigación" declaró ayer Nicolás Cabrera, director, del departamento de Física de la Universidad Autónoma de Madrid, al tener conocimiento de que había sido galardonado con el Premio de Ciencias Experimentales que lleva el nombre de su padre.

El galardón, dotado con un millón de pesetas, lo otorga la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), con motivo del 50 aniversario de su fundación, y se denomina Blas Ca...

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"Hay que reconocer que en los últimos años España, y en particular sus universidades, han dado pasos importantes en el desarrollo de un clima favorable a la ciencia y la investigación" declaró ayer Nicolás Cabrera, director, del departamento de Física de la Universidad Autónoma de Madrid, al tener conocimiento de que había sido galardonado con el Premio de Ciencias Experimentales que lleva el nombre de su padre.

El galardón, dotado con un millón de pesetas, lo otorga la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), con motivo del 50 aniversario de su fundación, y se denomina Blas Cabrera en homenaje a quien ocupara, entre 1933 y 1936, el rectorado de la Universidad Internacional de Verano, antecesora directa de la actual.El jurado del Premio de Ciencias Experimentales, reunido ayer en un restaurante de Madrid, acordó por unanimidad concederlo a Nicolás Cabrera, "en virtud de los méritos de su obra y su aportación a la universidad y la ciencia españolas". Estaba compuesto por Emilio Muñoz, Francisco Grande Covián, Manuel Hernández, José Alvarez Rivas y Manuel Medina.

El galardón será entregado la semana próxima, en Santander, a lo largo de un curso sobre Física del estado sólido que organiza la Universidad Internacional en homenaje precisamente a Nicolás Cabrera. Al curso asistirán especialistas e investigadores de varios países, entre los que destaca el profesor Schriefer, premio Nobel de Física. Otro de los profesores invitados es Blas Cabrera, hijo del galardonado e investigador en la Universidad de Stanford (EE UU). En fecha reciente se ha dado a conocer un sensacional descubrimiento, del que es autor el joven Blas Cabrera, que consiste en un monopolo magnético. De confirmarse, este hallazgo podría suponer un avance gigantesco en el estudio del origen de la materia.

Es, por tanto, toda la historia de una familia capaz de transmitir la pasión por la investigación y la ciencia en generaciones sucesivas lo que se ha tratado de homenajear por el jurado del Premio de Ciencias Experimentales Blas Cabrera y por la Universidad Internacional.

Nicolás Cabrera (Madrid, 1913) tiene una dilatada experiencia en la actividad docente e investigadora. En todo el mundo han sido reconocidos sus trabajos sobre la física del estado sólido. Emigrante obligado, peregrinó por universidades francesas, británicas y norteamericanas, antes de regresar a España en 1969, con motivo de la creación de las universidades autónomas. Puso en pie el departamento de Física de la Universidad Autónoma de Madrid, cuya dirección desempeña. Hace pocos meses, el reconocimiento internacional a su entrega a la causa científica quedó reflejado por la revista Philosophical Magazine, que le dedicó un número monográfico.

Nicolás Cabrera declaró ayer, minutos después de que le hubiera sido concedido el premio, que sentía una gran satisfacción y una emoción especial por el hecho de que el galardón lleve el nombre de su padre. "No esperaba que se me concediera", añadió, "porque sabía que entre los candidatos había hombres de gran valía y de méritos superiores".

El científico español manifestó que en los últimos años se ha registrado un relanzamiento esperanzador de la investigación en el país, después del bache que siguió al movimiento de entusiasmo provocado por la creación de las universidades autónomas. "Pero faltan medios, igual que faltan otras muchas cosas...". Sobre la influencia del medio familiar en el nacimiento de vocaciones científicas ("aún recuerdo las veladas con profesores e investigadores en casa de mi padre"), dijo que no resulta un factor necesariamente decisivo, ni automático. "Yo auguro un gran futuro a la ciencia en España, si se dota de medios a las nuevas generaciones", concluyó. "Tengo experiencia docente en varios países y creo que los estudiantes españoles, sobre todo en los últimos años, son tan capaces y entusiastas como los demás. Los jóvenes que acuden hoy a la universidad son muy entregados. Los considero capaces de muchas e importantes cosas".

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