Rentería, atenazada por el miedo

Alberto Muñagorri, el niño vasco que se debate entre la vida y la muerte, después de que estallase, de una patada, una bomba depositada en un morral en una calle de Rentería, el pasado sábado, andaba buscando a su mejor amigo de colegio, compañero de cuarto curso de EGB, cuando tropezó con el mortífero paquete de goma 2. El maestro del pequeño Alberto, Jesus Albéniz, lo calificaba ayer de "muy majo" y aseguraba que era el que mas amigos tenía en su clase. "Como el niño muera, no se lo que va a pasar aquí" advertía el maestro, "porque en este pueblo el problema es que hay tanto miedo que hasta ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Alberto Muñagorri, el niño vasco que se debate entre la vida y la muerte, después de que estallase, de una patada, una bomba depositada en un morral en una calle de Rentería, el pasado sábado, andaba buscando a su mejor amigo de colegio, compañero de cuarto curso de EGB, cuando tropezó con el mortífero paquete de goma 2. El maestro del pequeño Alberto, Jesus Albéniz, lo calificaba ayer de "muy majo" y aseguraba que era el que mas amigos tenía en su clase. "Como el niño muera, no se lo que va a pasar aquí" advertía el maestro, "porque en este pueblo el problema es que hay tanto miedo que hasta tememos reconocer en público que tenemos miedo, porque a algunos podría resultarles sospechoso. Pero algún día la gente va a estallar, vamos a salir a la calle y esto puede ser terrible".

Páginas 17 y 18

Archivado En