Antoñete no fue manipulado

Resulta doloroso enmendarle la plana a un compañero de oficio, pero hay erroires inadmisibles que deben ser aclarados. Joaquín Vidal asegura, con ligereza y gravedad, que en el programa Revista de toros hemos trucado y manipulado la gran faena de Antoñete en la plaza de Madrid, ofreciendo una visión partidista como si fuéramos unos hinchas, unos mentirosos o unos estafadores de la opinión pública. Ignora varias cosas, que además explicamos en pantalla. Ignora que al, no grabar en vídeo las corridas y hacerlo con película no podemos filmar todas las faenas enteras. Tampoco anunciamos que...

Resulta doloroso enmendarle la plana a un compañero de oficio, pero hay erroires inadmisibles que deben ser aclarados. Joaquín Vidal asegura, con ligereza y gravedad, que en el programa Revista de toros hemos trucado y manipulado la gran faena de Antoñete en la plaza de Madrid, ofreciendo una visión partidista como si fuéramos unos hinchas, unos mentirosos o unos estafadores de la opinión pública. Ignora varias cosas, que además explicamos en pantalla. Ignora que al, no grabar en vídeo las corridas y hacerlo con película no podemos filmar todas las faenas enteras. Tampoco anunciamos que se iba a dar completa en el programa, puesto que tenemos limitado el tiempo y el espacio. Nuestra misión es ofrecer una síntesis, una versión esquematizada, un resumen de lo sucedido. Y eso se hizo, usando, como siempre, las cámaras de velocidad normal y alta velocidad. Y la cámara lenta no es ningún regalo, puesto que a esa velocidad igual se descubren los defectos que las virtudes. Resulta increíble que no quiera distinguir entre una emoción en directo o en diferido y un reportaje, con las diferencias que ello entraña.Dimos todo el material que teníamos filmado, todo. Es más: el reportaje quedaba incluso por debajo de lo visto en la plaza, puesto que ni el ambiente, ni la torería, ni

el empaque, ni el sentido de las distancias y los terrenos se podían reflejar con exactitud.

Pero, en definitiva, se trataba de mostrar los momentos más interesantes y significativos de una actuación que entusiasmó a los aficionados. ¿Qué, interés podíamos tener en trucar, o manipular nada cuando prácticamente nadie ha negado o puesto en cuarentena la importancia de lo hecho por Antoñete? Pero da la sensación de que Vidal tiene alguna espina clavada y quiere cargarnos culpas que sólo a él deben atormentar. ¿Será acaso que el único cronista que en su día no vio ni contó lo hecho por Antoñete es él?

Es la primera vez que salimos al paso del compañero Vidal, para el que hemos mantenido siempre el respeto y el elogio cuando resultaba oportuno. Y vamos a insistir en la misma línea, aunque en esta ocasión era necesario responder a una censura hecha sin fundamento ni razón, ligera y gravemente, desde las páginas de un diario al que admiramos./