El conflicto de Talbot, un enfrentamiento entre huelga y libertad de trabajo

El conflicto laboral que afecta a la fábrica de automóviles instalada por Talbot en la localidad de Poissy, cerca de París, está poniendo de relieve un enfrentamiento entre la libertad de trabajo y la libertad de huelga, informa Efe. El problema por el que atraviesa la fábrica de Talbot, similar en sus características al que tuvo lugar en Citroën durante el pasado mes de mayo, ha sobrepasado las cuestiones reivindicativas para dejar ver la oposición de dos concepciones laborales que, en principio, no parecen encontradas: el derecho a trabajar y el derecho a ir a la huelga.

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El conflicto laboral que afecta a la fábrica de automóviles instalada por Talbot en la localidad de Poissy, cerca de París, está poniendo de relieve un enfrentamiento entre la libertad de trabajo y la libertad de huelga, informa Efe. El problema por el que atraviesa la fábrica de Talbot, similar en sus características al que tuvo lugar en Citroën durante el pasado mes de mayo, ha sobrepasado las cuestiones reivindicativas para dejar ver la oposición de dos concepciones laborales que, en principio, no parecen encontradas: el derecho a trabajar y el derecho a ir a la huelga.

El conflicto -seguido muy de cerca por los observadores, ya que se trata de uno de los más serios desde la llegada de los socialistas el Gobierno-, alcanzó su mayor cota de gravedad el pasado 3 de junio, cuando los enfrentamientos entre obreros huelguistas y no huelguistas acabaron con un balance de 41 heridos de diversa consideración.El origen está en una llamada a la huelga por parte de las dos centrales sindicales más poderosas de Francia: la CGT, de orientación comunista, y la CFDT, de filosofía socialista, quienes reivindicaron aumentos salariales, mejora en las relaciones dentro de la empresa y revisión de las condiciones de trabajo, sobre todo en lo relativo a higiene y seguridad.

Mientras las dos centrales mayoritarias que sostienen la huelga hablan de su derecho a ejercer este supuesto constitucional, la dirección de la empresa y el sindicato conocido como CSL, acusado por los de más de derechista y amarillo, insisten en que "no se ha respetado la libertad de trabajar".

En la mañana del pasado jueves, la policía evacuó la fábrica y fueron desalojados, sin mayores incidentes, alrededor de mil obreros huelguistas, debido a que la empresa decidió suspender las negociaciones argumentando la presión que se ejerce sobre los trabajadores no partidarios de la huelga.

Trabajadores huelguistas y no huelguistas, encabezados por sus respectivos representantes sindicales, se manifestaron en la mañana de ayer por las calles de Poissy intercambiándose insultos en sus consignas pero sin que, hasta el momento, se conozcan noticias de otros altercados.

El proceso de las negociaciones, empezado y suspendido con frecuencia desde el inicio del conflicto laboral, está transcurriendo de una forma muy irregular, aunque ambas partes tienen previsto reanudar las conversaciones esta tarde.

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