El Premio Pablo Iglesias reconcilia a Vargas Llosa con el socialismo ético, según el escritor

Mario Vargas Llosa recibió ayer, de manos del secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Felipe González, el premio Pablo Iglesias de Literatura, que concede desde hace cuatro años la agrupación socialista de Chamartín. El novelista peruano, que recibe el galardón por La guerra del fin del mundo, declaró que el premio, Pablo Iglesias, además de un honor, le daba "un gran alivio porque me dice que no he estado equivocado cuando critiqué durante años a los socialistas latinoamericanos, que querían disociar las ideas; de justicia y libertad".

Felipe González no figura...

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Mario Vargas Llosa recibió ayer, de manos del secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Felipe González, el premio Pablo Iglesias de Literatura, que concede desde hace cuatro años la agrupación socialista de Chamartín. El novelista peruano, que recibe el galardón por La guerra del fin del mundo, declaró que el premio, Pablo Iglesias, además de un honor, le daba "un gran alivio porque me dice que no he estado equivocado cuando critiqué durante años a los socialistas latinoamericanos, que querían disociar las ideas; de justicia y libertad".

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Felipe González no figuraba entre los invitados esperados en el restaurante donde se iba a entregar la mano de bronce con que la agrupación de Chamartín premiaba la última creación literaria de Vargas Llosa. Además, este tipo de actos encajan mejor en las aficiones del número dos del PSOE, Alfonso Guerra, que lo mismo recita con entusiasmo a Machado que memoriza la prosa de la LOAPA. Pero ayer, Guerra, presidente del Grupo Parlamentario socialista, tenía pleno en el Congreso y no podía venir, dijeron los organizadores. O, al menos, se retrasaba. Hasta que llegó Felipe, con gran sorpresa -y entusiasmo- de los presentes.Así que el acto cambiaba de rumbo. Vargas Llosa recordó sus años de comunismo y socialismo en Latinoamérica y Felipe González le iniciaba en la personalidad ética y política de Pablo Iglesias. "Frente al componente ácrata que también tenía aquel socialismo", dijo el secretario general del PSOE, "Pablo Iglesias, que era muy exigente, prefirió el carácter ético del mensaje socialista".

Vargas Llosa afirmó que estaba conmovido por el premio por un motivo principal: "Porque me lo entrega el PSOE". "Ando dándome tortadas con los socialistas latinoamericanos y peruanos desde hace tiempo, primero como comunista y, hace quince años como socialista, porque siempre dije que no se pueden disociar las ideas de justicia y libertad, como tantas veces han hecho algunos partidos. He sido muchas veces criticado por mis antiguos camaradas y amigos. Ahora, cuando el PSOE, con su clara vocación democrática, que incluye la justicia y la libertad, me honra con este premio, además de un gran honor, siento un gran alivio".

En la comida estuvieron presentes Miguel Boyer y cuatro diputados del PSOE, Manuel Núñez Encabo, José Manuel Bueno y Salvador Clotas, además de Guerra. "Deberíamos prodigarnos más en este tipo de actividades culturales, pero el Parlamento casi nunca lo permite", comentaba Núñez Encabo. "Debería haber hablado Alfonso Guerra, además de Felipe", apuntaba un periodista. Pero Guerra declinó la invitación que le hizo la secretaria general de la Agrupación, Maite Iza. "Me ha dicho que por una combinación de modestia y de orgullo, pero en realidad es porque está encantado de que Felipe haya venido a un acto cultural como este", apuntaba.

Alfonso Guerra ni admitía ni desmentía. En realidad, su discurso iba de nostalgia literaria y también de política. Hubiese recordado aquel año en que conoció a Vargas Llosa en Sevilla, quizás en 1969, y su raíz andaluza porque "Arequipa, donde nació Mario, es como Sevilla, igual que Sevilla". Y, sobre todo, iba a destacar el compromiso social del gran novelista peruano.

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