Cartas al director

Sobre el jurado

Después de leer detenidamente las razones que Delgado propone para rechazar el establecimiento del jurado, desde mi condición de ignorancia en temas jurídicos, y precisamente por ella, deseo exponer mi modesta opinión sobre la conveniencia de la restauración de dicha institución.He creído deducir que Delgado piensa que la interpretación y aplicación de las leyes debe estar reservada exclusivamente a los juristas: la razón que aduce no es otra que la presunta falta de preparación de toda la sociedad para entender de los difíciles matices que esconde la deficiente redacción de las leyes....

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Después de leer detenidamente las razones que Delgado propone para rechazar el establecimiento del jurado, desde mi condición de ignorancia en temas jurídicos, y precisamente por ella, deseo exponer mi modesta opinión sobre la conveniencia de la restauración de dicha institución.He creído deducir que Delgado piensa que la interpretación y aplicación de las leyes debe estar reservada exclusivamente a los juristas: la razón que aduce no es otra que la presunta falta de preparación de toda la sociedad para entender de los difíciles matices que esconde la deficiente redacción de las leyes.

Realmente me sorprende este argumento: si la terminología y momenclatura legal, primero, y el mismo contenido de muchas leyes, después, es extraña a la sociedad hasta el punto de que ésta deba permanecer sin comprenderlas como actitud más lógica (según manifiesta Delgado), ¿no es este el mayor absurdo posible del derecho? Porque si todo lo que es legal no es invención de los juristas, sino plasmación de la moralidad social, ¿no es ridículo, ante esa paradójica separación entre la sociedad y sus leyes, el oponerse a la única vía segura de conseguir que las leyes se inserten del todo en su sociedad y de que ésta entienda el lenguaje legal?

Acaso la deformación profesional de experto jurista que, sin duda, sufre Delgado le hace confundir lo más elemental de la discusión: las leyes existen para servir a la sociedad, no a la inversa./

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