CANARIAS

El Gobierno reclama un aval para permitir que el 'Achille Lauro' abandone Tenerife

El Gobierno español ha realizado gestiones ante su homónimo italiano para intentar que éste conceda un aval al trasatlántico italiano Achille Lauro que permitiría a España autorizar la salida del puerto de Santa Cruz de Tenerife del citado barco, uno de los más famosos buques dedicados a cruceros de recreo por el Mediterráneo. El Achille Lauro permanece inmovilizado en el muellede dicha capital desde hace más de dos meses, como consecuencia de las cinco órdenes de embargo que tiene la compañía propietaria del mismo.Cuando el pasado 24 de marzo el barco arribó al puerto de Santa C...

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El Gobierno español ha realizado gestiones ante su homónimo italiano para intentar que éste conceda un aval al trasatlántico italiano Achille Lauro que permitiría a España autorizar la salida del puerto de Santa Cruz de Tenerife del citado barco, uno de los más famosos buques dedicados a cruceros de recreo por el Mediterráneo. El Achille Lauro permanece inmovilizado en el muellede dicha capital desde hace más de dos meses, como consecuencia de las cinco órdenes de embargo que tiene la compañía propietaria del mismo.Cuando el pasado 24 de marzo el barco arribó al puerto de Santa Cruz de Tenerife, como última escala antes de dirigirse al puerto de Tilbury, en el Reino Unido, donde estaba previsto que concluyera el crucero para el que había sido contratado a la flota Lauro por la Agencia internacional TFC, un juzgado de Santa Cruz de Tenerife no permitió que zarpara, debido a la orden de embargo que pesaba sobre el buque.

La orden, dictada como consecuencia de una deuda de 39 millones de pesetas contraída por la naviera italiana, a la que pertenece el barco, con una compañía de contenedores alemana y no satisfecha, fue la primera de una serie de cinco órdenes de embargo que irían llegando a lo largo de su estancia en el puerto de Santa Cruz. El citado barco, valorado en mil millones de pesetas, fue objeto de cuatro embargos más, iniciados por una empresa comercial griega por la compañía española de petróleo (CEPSA) y por la propia tripulación a la que se le adeudaban atrasos salariales. El total al que ascendía el importe de las deudas de los cuatro embargos era de 78 millones de pesetas. Por otra parte, la flota Lauro, sobre la que ha intervenido el Ministerio de Hacienda italiano, debe también a la Junta del puerto de la citada isla, cerca de quince millones de pesetas.

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