Campaña al Parlamento andaluz

Los partidos temen una gran abstención en la votación del 23-M

El experimento que supone la convocatoria del pueblo andaluz para elegir un domingo a sus representantes en el futuro Parlamento regional es un tema que preocupa abiertamente a los estados mayores de los principales partidos que concurren a estos comicios, que temen que se produzca una falta de respuesta popular en determinados sectores sociales. Observadores imparciales estiman que el fenómeno de la abstención sólo puede ser paliado en parte con capacidad de atracción política y piensan que la campaña hasta ahora no va encaminada por este sentido, por lo que esperan una potenciación de la mis...

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El experimento que supone la convocatoria del pueblo andaluz para elegir un domingo a sus representantes en el futuro Parlamento regional es un tema que preocupa abiertamente a los estados mayores de los principales partidos que concurren a estos comicios, que temen que se produzca una falta de respuesta popular en determinados sectores sociales. Observadores imparciales estiman que el fenómeno de la abstención sólo puede ser paliado en parte con capacidad de atracción política y piensan que la campaña hasta ahora no va encaminada por este sentido, por lo que esperan una potenciación de la misma en esta semana que comienza.

En las sedes regionales de los diferentes partidos se está cuestionando estos días la posibilidad de que la llamada a las urnas no obtenga la respuesta deseada, al menos similar a las registradas en anteriores comicios, y se barajan varias hipótesis de trabajo, completamente diferenciadas y favorables en cada caso a la organización que se lo plantea.Un alto dirigente centrista comentaba a este periódico que la celebración de las elecciones un domingo favorece más a las organizaciones que no son de izquierda, ya que, según sus apreciaciones, en este día de la semana no inciden aspectos que podrían promover el desplazamiento masivo de los votantes, como es el caso de las cuatro horas que las empresas conceden a sus trabajadores para que puedan ejercer su derecho al sufragio. "El trabajador o votante en potencia del PSOE", indicaba, "está ese día en su domicilio con su familia o se ha trasladado con ésta a la playa o al campo. No es lo mismo que un grupo de trabajadores se ponga de acuerdo dentro de su propia empresa para desplazarse a sus respectivos colegios electorales que se encuentren dispersos cada uno en lugares distintos y atendiendo las obligaciones familiares o disfrutando del día semanal de descanso".

Este alto dirigente explicaba como argumento a su favor que los votantes de UCD y de Alianza Popular son habitualmente personas que suelen cumplir con los preceptos de la Iglesia católica y apuntaba la presunción de que el domingo es un día muy cómodo para este elector, que, puede aprovechar su desplazamiento a la parroquia o a la iglesia de la zona donde reside para trasladarse al lugar donde se emiten los votos. Este aspecto lo apoyaba asimismo en el papel que podría desempeñar la Iglesia ese día promoviendo la participación en las urnas a través de las homilías.

Precisamente la Iglesia católica ya preparó una pastoral, firmada conjuntamente por los diez obispos andaluces y por el de Badajoz, en la que se mostraba contraria a la abstención 3, pedía un voto reflexivo. La posición de la Iglesia con esta pastoral, muy similar a los conceptos que viene ofreciendo la patronal de empresarios en su campaña institucional, decía que en la conciencia cristiana se planteaba cierta perplejidad, pedía que se conociera "lo que se vota, por qué se vota y en qué circunstancias se vota" y advertía que el voto fuese consecuente con la madurez ciudadana y con la formación cristiana. "Resultará absurdo que la opción de un católico en las urnas", decían estos obispos, "fuera contradictoria con nuestra idea del hombre y de la sociedad".

Fórmula experimental

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Al margen del Partido Socialista de Andalucía, que ha planteado públicamente la inconveniencia de esta convocatoria diciendo que se trataba de una fórmula más a experimentar sobre la región, la izquierda, sin embargo, piensa que la abstención en todo caso quedaría en los sectores vinculados a la derecha, que son los que pueden desplazarse a las playas y, en suma, puede viajar.Junto a estas posiciones, lógicas en el particular enfoque partidista, existen una serie de condicionamientos reales que a primera vista podrían afectar a la participación en las urnas. La fecha del 23 de mayo fue fijada con el respaldo de la Junta de Andalucía, que preside un socialista, con intención, según distintos observadores, de obtener un voto de confianza por parte del empresariado, que así evitaba la pérdida de cuatro horas de trabajo.

Sin embargo, el empresariado está realizando su propia campaña, que va totalmente dirigida contra el Partido Socialista, como lo demuestran los últimos actos celebrados en Sevilla por la Confederación Empresarial de Andalucía (CEA).

En cuanto a los condicionantes se puede utilizar el ejemplo del pasado domingo ayer domingo en Sevilla, una ciudad en la que se podía circular con gran facilidad y que no planteaba apenas cuestiones de tráfico, motivado todo ésto por el desplazamiento que muchos de sus ciudadanos realizaron desde primeras horas de la mañana hasta últimas de la tarde a zonas del litoral y la campiña.

A ésto habría que unir otros factores también complementarios, como serían las continuas fiestas, ferias y romerías que se celebran en estas fechas en las ocho provincias y que exige un esfuerzo en participación de muchas personas, que aún no ha podido disfrutar de las playas.

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