UCD de Galicia comienza su congreso constituyente

Enrique Marfany, hombre próximo a José Luis Meilán Gil, podría ser elegido presidente de UCD de Galicia, en el congreso constituyente que esta organización comenzó ayer en Lugo. Alrededor del nombre de Marfany parece existir un consenso generalizado entre los participantes del congreso. Los trescientos compromisarios centristas asistentes abordan la creación de una estructura orgánica adecuada al proyecto del partido gallego y autonomista que define el único documento político presentado a la asamblea. La declaración afirma que este partido desea hacer una política gallega, para los gal...

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Enrique Marfany, hombre próximo a José Luis Meilán Gil, podría ser elegido presidente de UCD de Galicia, en el congreso constituyente que esta organización comenzó ayer en Lugo. Alrededor del nombre de Marfany parece existir un consenso generalizado entre los participantes del congreso. Los trescientos compromisarios centristas asistentes abordan la creación de una estructura orgánica adecuada al proyecto del partido gallego y autonomista que define el único documento político presentado a la asamblea. La declaración afirma que este partido desea hacer una política gallega, para los gallegos y con los gallegos, sin interferencias ajenas.Aplazado hasta tres veces consecutivas a lo largo del último año, este primer congreso pretende saldar definitivamente los enfrentamientos entre ejecutivas provinciales, que habrían influido de modo sustancial, según los propios centristas gallegos, en la pérdida de la mitad de los 600.000 votos que UCD obtuvo en Galicia en las primeras elecciones de junio de 1977. Unidad y Fuerza han sido precisamente los lemas de una publicación precongresual orientada a reforzar la nueva imagen con la que UCD espera recuperar la clientela urbana que dio a Alianza Popular el gobierno de Galicia en las pasadas elecciones autonómicas, informan nuestros corresponsales El constante enunciado de propósitos unitarios no se ha traducido hasta ahora, sin embargo, en una modificación de las pautas de funcionamiento interno del partido, que se basan en los eventuales acuerdos establecidos por las ejecutivas provinciales, auténticos órganos decisorios, pese a la existencia de un comité regional en el que todas están representadas. Este comité fue creado hace ahora casi dos años, tras un pacto de caballeros entre los notables provinciales.

La superación de esta dinámica de rivalidad provincial, que probablemente aflore, una vez más, en el congreso a la hora de elegir el cargo de secretario general, apetecido por las ejecutivas de Orense y Pontevedra, parece extremadamente difícil, dada las características del partido de centro en Galicia.

Organizada como simple estructura para concretar en el plano político el poder real que los notables de cada provincia detentaban ya de hecho, UCD responde en Galicia a un cuidadoso reparto de influencias territoriales que relega a un plano muy secundario posibles tensiones ideológicas.

La tradición política gallega

Continuadores, en cierto modo, de un esquema de actuación política que tiene sus orígenes en el siglo pasado, los jerarcas provinciales usan su poder -basado generalmente en el control de las cámaras agrarias y las redes de crédito al campo- como valor negociable ante un político que represente sus intereses en Madrid. El vicepresidente de la UCD orensana, Eulogio Gómez Franqueira, y su presidente, Pío Cabanillas, ejemplifican perfectamente esta situación, que en otras provincias no ha llegado a consolidarse por la rivalidad entre el político autóctono y el cunero. Es el caso del jefe lucense Antonio Rosón, que encontró serias dificultades para imponerse, en precario, al ex ministro Otero Novas, o el del coruñés José Luis Meilán, caído en desgracia tras las últimas elecciones, en beneficio, parcialmente al menos, del diputado cunero Vázquez Guillén. Las asambleas provinciales que precedieron al congreso han servido para recomponer el mapa de influencias en cada área territorial. Enrique Marfany, situado por José Luis Meilán en la presidencia de la Diputación de La Coruña, se presenta como el más firme candidato a la presidencia tras recoger la herencia política de su protector en la provincia coruñesa.

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