Tribuna:

Amenaza de boicoteo

Argentina está dispuesta a defender su título de campeona mundial, a pesar del conflicto de las Malvinas. En el Reino Unido, si el problema se agrava, se decidirá, casi con toda seguridad, el boicoteo al Mundial-82. Los países africanos clasificados para la fase final, Camerún y Argelia, ya han recibido la comunicación de la OUA, en la que se les recuerda la presencia de Nueva Zelanda, país que, a través del rugby, mantiene contactos con Suráfrica, practicante del apartheid. El Mundial-82 está amenazado por los mismos males que produjeron el conflicto político de los Juegos Olímpicos de...

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Argentina está dispuesta a defender su título de campeona mundial, a pesar del conflicto de las Malvinas. En el Reino Unido, si el problema se agrava, se decidirá, casi con toda seguridad, el boicoteo al Mundial-82. Los países africanos clasificados para la fase final, Camerún y Argelia, ya han recibido la comunicación de la OUA, en la que se les recuerda la presencia de Nueva Zelanda, país que, a través del rugby, mantiene contactos con Suráfrica, practicante del apartheid. El Mundial-82 está amenazado por los mismos males que produjeron el conflicto político de los Juegos Olímpicos de Munich -por la presencia de la entonces República de Rhodesia-; por los mismos que causaron una riada de bajas de países africanos en Montreal -por la participación de Nueva Zelanda-; y además tiene el problema añadido de las Malvinas, como Moscú tuvo el de Afganistán.El único precedente anómalo de los campeonatos del mundo de fútbol se produjo en 1938. Austria, que se clasificó para la fase final tras eliminar a Letonia, no pudo participar en el mundial francés porque pasó a formar parte del anschluss hitleriano. La invasión de Austria no provocó ninguna reacción de los países participantes. En aquella competición, Austria fue eliminada por Suecia al no presentarse a disputar su encuentro. El problema tuvo una ironía añadida, ya que los mejores jugadores austriacos, como Hanhneman, formaron parte de la selección alemana. Tampoco hubo ninguna reacción por la ausencia de España, que vivía en aquellos momentos la guerra civil, con tropas extranjeras incluidas.

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