Cierre patronal en Nitratos de Castilla

Nitratos de Castilla (Nicas) decretó, a las diez de la noche del pasado martes, el cierre patronal indefinido de la fábrica vallisoletana, a causa, según un portavoz de la dirección, de los incidentes surgidos durante la tarde de ese día. Por su parte, los trabajadores permanecen encerrados en la factoría y han anunciado su decisión de mantener indefinidamente esta actitud.Pese a la radicalización de las dos posturas, lo más probable es que la situación no tarde demasiado tiempo en solucionarse, ya que se han iniciado las oportunas negociaciones. El director provincial de Trabajo ha asegurado ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Nitratos de Castilla (Nicas) decretó, a las diez de la noche del pasado martes, el cierre patronal indefinido de la fábrica vallisoletana, a causa, según un portavoz de la dirección, de los incidentes surgidos durante la tarde de ese día. Por su parte, los trabajadores permanecen encerrados en la factoría y han anunciado su decisión de mantener indefinidamente esta actitud.Pese a la radicalización de las dos posturas, lo más probable es que la situación no tarde demasiado tiempo en solucionarse, ya que se han iniciado las oportunas negociaciones. El director provincial de Trabajo ha asegurado que si el comité de empresa garantiza el abandono del encierro y la vuelta a la normalidad, él requeriría a la empresa para que proceda a la reapertura de las instalaciones.

Los problemas que derivaron en el cierre patronal surgieron en la mañana del martes, cuando la empresa anunció que al día siguiente comenzaría a aplicarse el expediente de suspensión de contratos por cuatro meses que afecta a 197 trabajadores, incumpliendo así su compromiso de esperar hasta el día 30, fecha en que el ministro de Economía va a pronunciarse respecto a las ayudas solicitadas para la supervivencia de la empresa. Nicas tampoco negoció esta aplicación con el comité de empresa, como ha ocurrido otras veces, y en la nota publicada en los tablones anunció la rescisión de contratos en vez de hablar de suspensión.

Estos hechos indignaron a los trabajadores (la empresa había solicitado la rescisión, pero el director provincial de Trabajo sólo autorizó la suspensión temporal, que era una salida aceptada por la parte social), que, tras celebrar una asamblea, acordaron encerrarse en la factoría. La tensión fue subiendo de tono a medida que transcurría la jornada y sin que la empresa aceptase negociar. Al filo de las 15.30 horas, el director técnico y el responsable de relaciones laborales fueron agredidos por un grupo de mujeres que había acudido a la fábrica, y, según las personas citadas, también participaron algunos empleados.

Los sucesos han agudizado la crisis de Nitratos de Castilla, única fábrica de abonos existente en Castilla-León y con una plantilla de 650 trabajadores, 253 de los cuales han estado afectados por un expediente de suspensión de empleo iniciado a raíz de la explosión que destruyó en el pasado agosto la nave de síntesis de amoniaco.

Archivado En