Proposición socialista para garantizar los depósitos del MPl
El grupo socialista del Congreso de los Diputados ha presentado una proposición no de ley para que el Gobierno arbitre medidas que garanticen sus depósitos a los ahorradores del MPI, Compañía de Inversiones, SA, igual que a los ahorradores de Fidecaya.Según esta declaración, el Real Decreto-Ley 11/81, que declara a extinguir las entidades de ahorro particular y establece garantías para los depósitos constituidos en las mismas, a pesar de su carácter general, es evidente que está hecho a la medida para tratar de resolver el caso de Fidecaya, dado el carácter marginal del resto de las sociedades...
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El grupo socialista del Congreso de los Diputados ha presentado una proposición no de ley para que el Gobierno arbitre medidas que garanticen sus depósitos a los ahorradores del MPI, Compañía de Inversiones, SA, igual que a los ahorradores de Fidecaya.Según esta declaración, el Real Decreto-Ley 11/81, que declara a extinguir las entidades de ahorro particular y establece garantías para los depósitos constituidos en las mismas, a pesar de su carácter general, es evidente que está hecho a la medida para tratar de resolver el caso de Fidecaya, dado el carácter marginal del resto de las sociedades acogidas a esta ley.
En relación al MPI, Compañía de Inversiones, SA, entidad vinculada al Banco de Navarra, los socialistas señalan que es la única entidad bancaria que ha ido a la quiebra entre todos los casos en que ha intervenido el Fondo de Garantía de Depósitos.
Afirman que los ahorradores del MPI son, en su mayor parte, personas del medio rural y de bajo nivel de ingresos, y los únicos que hasta ahora no han recibido ningún tipo de protección de sus ahorros.
Dado que no se ha procedido a la liquidación del MPI, en donde existen todavía activos patrimoniales que no se han incorporado al Banco de Navarra, existe -dicen- la posibilidad de llegar a una solución de liquidación a los ahorradores de dicho fondo, que palie en parte la pérdida que ha supuesto para los mismos cinco años de espera de una solución.