Desvalijan más de 50 cajas fuertes en una sucursal bancaria de Valencia

Más de cincuenta cajas fuertes que contenían depósitos de clientes fueron robadas durante las vacaciones de Semana Santa en una sucursal del Banco Español de Crédito (Banesto) de Valencia, según se descubrió al reanudar su actividad administrativa la citada oficina el pasado martes. El botín de los ladrones no se ha determinado todavía, aunque no se descarta que ascienda a decenas de millones de pesetas.A lo largo del día de ayer, la dirección de la entidad bancaria, que se encuentra en el número 105 de la avenida de Peris y Valero, estuvo reconstruyendo el balance aproximado del botín con la ...

Más de cincuenta cajas fuertes que contenían depósitos de clientes fueron robadas durante las vacaciones de Semana Santa en una sucursal del Banco Español de Crédito (Banesto) de Valencia, según se descubrió al reanudar su actividad administrativa la citada oficina el pasado martes. El botín de los ladrones no se ha determinado todavía, aunque no se descarta que ascienda a decenas de millones de pesetas.A lo largo del día de ayer, la dirección de la entidad bancaria, que se encuentra en el número 105 de la avenida de Peris y Valero, estuvo reconstruyendo el balance aproximado del botín con la ayuda del testimonio directo de los clientes afectados, que habían alquilado estas cajas fuertes para dejar en lugar seguro joyas, dinero y objetos personales de considerable valor. "Nos va a disculpar", manifestaron a este corresponsal en la entidad bancaria, "pero no podemos precisar la cuantía del robo porque nos debemos a nuestra clientela, a la que estamos atendiendo ahora". Los ladrones también abrieron la caja fuerte de banco y sustrajeron alrededor de dos millones de pesetas.

El robo se produjo entre el Viernes Santo y el lunes, en un largo margen de tiempo, ya que la cuidada faena realizada por los ladrones exigió por lo menos dos días para su ejecución. Durante todo este tiempo, la oficina permaneció cerrada por vacaciones.

Para entrar en el sótano donde se encuentran las cámaras blindadas, los ladrones forzaron la verja metálica y las dos puertas que dan a la calle, después de desconectar el sistema de alarma. Para tener acceso a la cámara de las cajas fuertes, que se encuentra en el sótano, tuvieron que perforar una puerta blindada de acero de veinte centímetros de espesor. A continuación fueron abriendo cada caja, se apropiaron del material de valor y dejaron papeles y documentos personales, que se encontraban mojados, cuando se descubrió el robo, por el agua utilizada para enfriar las cajas una vez perforadas. Después los ladrones pasaron a la siguiente cámara, también en el sótano, tras abrir otra puerta blindada de idénticas características, donde se encontraba la caja fuerte del banco, que también abrieron.