Guardia civil herido leve en un ataque de ETAM al cuartel de Intxaurrondo (Guipúzcoa)

El guardia civil Juan Rodríguez Tarancón resultó ayer herido levemente durante el ataque con lanzagranadas llevado a cabo por un comando de ETA Militar contra el acuartelamiento de la Guardia Civil en el barrio de Intxaurrondo en San Sebastián. El comando, compuesto por cuatro jóvenes, disparó a plena luz del día tres granadas y varias ráfagas de fusil de asalto fal en el momento en que se realizaba el cambio de guardia, a las 7.50 horas de la mañana, según ha informado el Gobierno Civil de la provincia. ETAm ha reivindicado el hecho.

El ataque fue realizado desde la urbanización de Int...

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El guardia civil Juan Rodríguez Tarancón resultó ayer herido levemente durante el ataque con lanzagranadas llevado a cabo por un comando de ETA Militar contra el acuartelamiento de la Guardia Civil en el barrio de Intxaurrondo en San Sebastián. El comando, compuesto por cuatro jóvenes, disparó a plena luz del día tres granadas y varias ráfagas de fusil de asalto fal en el momento en que se realizaba el cambio de guardia, a las 7.50 horas de la mañana, según ha informado el Gobierno Civil de la provincia. ETAm ha reivindicado el hecho.

El ataque fue realizado desde la urbanización de Intxaurrondo, en una explanada situada justamente enfrente y aproximadamente a la misma altura del cuartel. Las granadas explosionaron en el muro que protege la base del edificio provocando una gran humareda según han señalado testigos presenciales. Siete cristales del acuartelamiento quedaron rotos por efecto de la explosión o por impacto de las balas. La Guardia Civil repelió inmediatamente la agresión, originándose un intenso tiroteo que se prolongó por espacio de cinco minutos.En la fachada de la vivienda, inmediatamente posterior a la explanada desde donde se inició el lanzamiento de granadas, hay muestras de al menos cinco impactos de bala.

Finalizado el tiroteo, miembros de la Guardia Civil detuvieron la circulación de la variante que separa el cuartel de la urbanización de Intxaurrondo, cacheando a los ocupantes de los vehículos, mientras otros miembros del cuerpo inspeccionaban los alrededores. La huida del comando se produjo, sin embargo, por la carretera que enlaza la urbanización con la nacional número 1, en el barrio de Herrera, carretera que permite el desplazamiento a los barrios donostiarras de Gros, Eguía y Trintxerpe, asi como a las poblaciones de Pasajes y Rentería. El coche utilizado por el comando, un taxi blanco R-12, habría huido por Eguía en dirección a Hernani.

Una vecina del barrio de Intxaurrondo, testigo directo de los hechos, relató de esta manera el atentado: "Vinieron en un taxi blanco. Eran cuatro jóvenes y tres de ellos se bajaron con unos aparatos que colocaron en el suelo.

Yo pensé que iban a hacer fotografías, hasta que les vi las metralletas; entonces oímos un estampido enorme, y después otro; luego recogieron todo, se metieron en el coche y se fueron hacia Herrera".

Las explosiones y el posterior tiroteo sobresaltaron a la población de Intxaurrondo, que se lamenta de los sucesos en que se ve envuelto el barrio, dada la instalación del cuartel en el mismo. Los vecinos, que se opusieron en su día a dicho cuartel previendo posibles atentados, recuerdan que en los últimos años el barrio ha sido escenario de numerosos tiroteos, y destacan el peligro que tales hechos suponen para la población. Abundando en este aspecto, los habitantes de la vivienda en cuya fachada se estrellaron varios proyectiles, han anunciado una protesta formal por este suceso.

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El guardia civil herido, que cuenta con veintidós años, está ingresado en el hospital de la Cruz Roja en San Sebastián. ETA Militar reivindicó ayer el atentado.

Otras versiones sobre lo sucedido sostienen que los miembros del comando no hicieron fuego en ningún momento con las metralletas que portaban y que el guardia civil que resultó herido lo fue durante un tiroteo registrado como consecuencia de un malentendido entre las mismas fuerzas del orden, tiroteo que habría tenido lugar minutos después del atentado en las cercanías del cementerio de Polloe, en el barrio de Eguía. Según estas fuentes, dicho tiroteo habría finalizado nada más escucharse los gritos: "No disparéis; somos compañeros". Sin embargo, fuentes del Gobierno Civil desmintieron tales versiones.

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