Portugal estudia la devaluación de su moneda

La eventualidad de una devaluación de la moneda, desmentida en medios gubernamentales, viene siendo reclamada, cada vez con mayor insistencia, por los sectores ligados al comercio exportador y los expertos internacionales consideran que esta decisión es inevitable a corto plazo.Según el Gobierno, la única salida posible de momento es el incremento de las exportaciones, pero en los medios ligados al comercio exterior se considera que los productos portugueses no podrán recuperar su competitividad sin una fuerte devaluación deslizante del 0,75% al mes.

Los medios gubernamentales niegan qu...

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La eventualidad de una devaluación de la moneda, desmentida en medios gubernamentales, viene siendo reclamada, cada vez con mayor insistencia, por los sectores ligados al comercio exportador y los expertos internacionales consideran que esta decisión es inevitable a corto plazo.Según el Gobierno, la única salida posible de momento es el incremento de las exportaciones, pero en los medios ligados al comercio exterior se considera que los productos portugueses no podrán recuperar su competitividad sin una fuerte devaluación deslizante del 0,75% al mes.

Los medios gubernamentales niegan que esté en preparación una devaluación del escudo y hacen observar que las consecuencias negativas de tal medida (quiebra del poder adquisitivo de los salarios, aumento del precio del dinero, inflación y reducción de las inversiones) son evidentes y muy discutibles sus ventajas.

El informe de la OCDE sobre Portugal para 1981 confirma el diagnóstico pesimista que la mayor parte de los economistas portugueses habían ya formulado acerca del estado de la economía lusa. De febrero de 1981 a febrero de 1982, la inflación ha alcanzado el 25% y, solo en febrero último, ha sido de un 2,6%.

El crecimiento de la deuda exterior está alcanzando niveles preocupantes: se calcula actualmente en 9.000 millones de dólares, lo que representa el 92% del valor total de las reservas portuguesas en oro y divisas. Un socialdemócrata -el antiguo ministro de Finanzas del Gobierno de Sa Carneiro- hacía observar que el deterioro de la situación es tal que la deuda exterior alcanzará este año el nivel previsto para 1984, o sea, mil millones de dólares.

Las perspectivas no son nada optimistas, con una tendencia a la quiebra de las exportaciones, al aumento de las importaciones y al estancamiento de las transferencias de los emigrantes portugueses. La crisis actual favorece el desvío de las inversiones del sector productivo hacia actividades especulativas. El ex ministro Cavaco Silva, considerado como el líder de los críticos a la política del actual Gobierno dentro del Partido Socialdemócrata del primer ministro, hacía observar que, al ritmo de crecimiento experimentado en 1981, la economía portuguesa tardaría treinta años en alcanzar el nivel de desarrollo que tiene actualmente España.

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