Pesca

El próximo domingo comienza la temporada del salmón

La temporada de pesca del salmón comienza el domingo con carácter general. Los ríos salmoneros se encuentran en unos niveles óptimos y ya hay ejemplares en casi todos los tramos, aunque no en gran número, como es habitual a principios de temporada. El colorido de las aguas permitirá el empleo de todos los cebos.La pesca del salmón, menos elitista de lo que parece, no presenta mayor dificultad que la reducida cantidad de ejemplares que entran en los ríos. En cuatro meses de pesca -la temporada finaliza el segundo domingo de julio- se vienen a capturar unos 5.000 salmones en España. Esta especie...

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La temporada de pesca del salmón comienza el domingo con carácter general. Los ríos salmoneros se encuentran en unos niveles óptimos y ya hay ejemplares en casi todos los tramos, aunque no en gran número, como es habitual a principios de temporada. El colorido de las aguas permitirá el empleo de todos los cebos.La pesca del salmón, menos elitista de lo que parece, no presenta mayor dificultad que la reducida cantidad de ejemplares que entran en los ríos. En cuatro meses de pesca -la temporada finaliza el segundo domingo de julio- se vienen a capturar unos 5.000 salmones en España. Esta especie acude franca al cebo siempre que el pescador no delate su presencia. Una vez prendida, es difícil que escape, porque come bien y las posibilidades de perder la pieza se reducen prácticamente a la rotura del hilo; la potencia en la carrera del salmón -a veces de incalculable distancia, ayudado por la fuerte corriente- es incomparable a la de otros peces.

El deporte y la gastronomía, principales atractivos

La brava lucha que plantea el salmón es uno de los principales atractivos de su pesca deportiva, pues hay otra, la gastronómica, derivada del ya elevado precio que alcanza a pie de río. El mérito de su pesca reside precisamente en lograr sacar una pieza que oscila entre los cinco y diez kilos, musculado hasta extremos insospechados, precisamente para poder remontar hasta tramos de cuarenta kilómetros, y que a veces busca su libertad en veloz carrera hacia el mar, impulsado por la corriente de los caudolosos ríos norteños.Vencer es lo auténticamente difícil; no, en cambio, hacer que tome el cebo, pues si hay salmón en el tramo que se pesque, lo normal es que tarde o temprano acuda a él, ya sea en forma de quisquilla, lombriz -o ambas cosas a la vez-, mosca o cucharilla. Las únicas precauciones para tener en cuenta son no dejarse ver por el salmón en ningún momento y no castigar el río continuamente, lanzando el señuelo, pues se corre la posibilidad entonces de que, si hay algún salmón, éste abandone el tramo. Si hay alguno, entra rápido al cebo que le pasa cerca. De ahí que resulte conveniente el batir toda la zona donde presumiblemente esté asentado y, a continuación, dejar pasar un tiempo prudencial hasta intentar de nuevo la captura.

La pesca del salmón se realiza, por lo general, en cotos. Estos están situados en las zonas más querenciosas para el salmón, a veces tan abruptas que el Icona tiene que realizar caminos y puestos de pesca en auténticos desfiladeros. A cada coto tienen acceso tres pescadores, que pueden capturar un máximo de tres salmones. Los cotos se conceden mediante sorteo. Durante la temporada, la concesión de los que no se han ocupado es libre.

Pesca libre

También la pesca se realiza en los tramos no acotados, donde se vienen a capturar la mitad de los ejemplares que anualmente se pescan en España. Son lugares donde el salmón no se asienta para descansar -también hay pozos de merecida fama, como el de Cangas de Onís, en el Sella-, pero por los que tiene que pasar en su subida por el río. Los pescadores ribereños son, generalmente, los que acuden a lo libre y con excelente resultado.En estas zonas, el cupo es de un salmón por pescador y se precisa de un permiso para pescar en los días festivos, que se entrega en los, lugares de precintado establecidos a lo largo de los ríos salmoneros. En los días laborables es suficiente la licencia de pesca, en la que debe figurar el recargo para la pesca del salmón. Otro aspecto legal de la pesca de esta especie es que los ejemplares que midan menos de cuarenta centímetros, lo que no es usual, pues al río entran los salmones para desovar y éstos son ya maduros, hay que devolverlos al agua.

Los salmones que llegan ahora a los ríos suelen ser los más viejos, de unos diez kilos de peso. A partir de mediados de abril lo harán los más jóvenes, de unos cinco kilos, y en una cantidad mayor, lo que aumenta las posibilidades de pesca.

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