No es tóxico el contenido de los bidones hallados en la costa coruñesa, según el Instituto de Oceanografía

El contenido de los llamados "bidones de la muerte" encontrados en el Atlántico frente a las costas gallegas, es inofensivo y no tóxico, según han confirmado científicos del laboratorio de Vigo del Instituto Español de Oceanografía (IEO), organismo que ha realizado un exhaustivo estudio de las propiedades de aquel producto para informar a la Dirección General de Pesca. "A mi juicio, se ha creado un alarmismo científicamente injustificado", manifestó Juan José González, responsable de los programas de contaminación del centro costero de Vigo del IEO.

El di-isocianato de Tolueno (TDI, seg...

El contenido de los llamados "bidones de la muerte" encontrados en el Atlántico frente a las costas gallegas, es inofensivo y no tóxico, según han confirmado científicos del laboratorio de Vigo del Instituto Español de Oceanografía (IEO), organismo que ha realizado un exhaustivo estudio de las propiedades de aquel producto para informar a la Dirección General de Pesca. "A mi juicio, se ha creado un alarmismo científicamente injustificado", manifestó Juan José González, responsable de los programas de contaminación del centro costero de Vigo del IEO.

El di-isocianato de Tolueno (TDI, según las siglas de su denominación inglesa) es un producto líquido a temperatura ambiente que desprende un olor muy irritante. Al ser más denso que el agua del mar, en caso de derrame se precipitaría al fondo. En contacto con el agua, reacciona muy lentamente formando anhídrido carbónico y poliureas, que son insolubles, inofensivas y no tóxicas.Juan José González añade que el TDI no produce ninguna alteración en el medio marino, además de darse la circunstancia de que no resulta corrosivo para los metales y, al estar encerrado en bidones metálicos, es más dificil que se produzca ningún derrame de la substancia. Solamente existe cierto peligro en el caso de manipulación de elevadas dosis y por un tiempo largo, de ocho o más horas diarias.

Por otra parte, el responsable de los programas de contaminación señaló, que la Consejeria de Sanidad ha dictado unas normas recomendando lo que debe hacerse en caso de que sean hallados otros bidones.

"Lo primero que me ha extrañado sobre este asunto", manifestó Juan José González, "es que, una vez hallados los bidones y trasladados a Santa Uxía de Ribeira, hayan pasado varios días hasta que la Bayer envió a un técnico a resolver la incógnita de su contenido, cuando cualquier químico medianamente informado podría haberlo señalado tras un simple reconocimiento de los recipientes".

La zona en que fueron hallados los "bidones de la muerte" es una de las más conflictivas en el imapa de la contaminación marina del mundo, puesto que por allí pasan diariamente un millón de toneladas de petróleo, procedentes del golfo Pérsico.