Aguirre Gonzalo reafirma su apoyo a la democracia

"Estoy de forma absoluta en favor de la democracia y lo he estado toda mi vida", manifestó ayer el presidente del mayor banco del país, José María Aguirre Gonzalo, en una conversación informal con periodistas al término de un almuerzo organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). El presidente del Banco Español de Crédito, que hizo gala de buen humor, planteó una serie de nuevas medidas económicas para ayudar a salir de la crisis."La noche del 23 de febrero de 1981 me fui a la cama a descansar porque no podía hacer nada. ¿Qué iba a hacer? ¿Debía salir a la calle? Me fui ...

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"Estoy de forma absoluta en favor de la democracia y lo he estado toda mi vida", manifestó ayer el presidente del mayor banco del país, José María Aguirre Gonzalo, en una conversación informal con periodistas al término de un almuerzo organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). El presidente del Banco Español de Crédito, que hizo gala de buen humor, planteó una serie de nuevas medidas económicas para ayudar a salir de la crisis."La noche del 23 de febrero de 1981 me fui a la cama a descansar porque no podía hacer nada. ¿Qué iba a hacer? ¿Debía salir a la calle? Me fui a la cama porque no podía hacer nada, y no porque estuviera con los golpistas. Si hubiera estado con ellos en aquellas horas, cuando parecía que podían ganar, sí hubiera podido hacer algo y no me hubiera acostado". José María Aguirre no oculta cierta tristeza por las acusaciones que ha llegado a recibir, incluso de senectud, por parte de algún diario. "Malinterpretan todo. Han publicado la reunión de los banqueros con Leopoldo Calvo Sotelo como sí hubiera sido iniciativa suya, y fui yo quien en una reunión de APD le invitó para que charláramos de política, y encima han dicho que Luis Valls, el presidente del Popular, no asistió. Yo no se quien les informa, pero les aseguro que Valls asistió al almuerzo".

El presidente del Español de Crédito, cuando alguien le recuerda las declaraciones del presidente de la patronal bancaria sobre el PSOE (Ia banca hará todo lo posible para que los socialistas no ganen las elecciones), quitó hierro a la frase y precisó que Ia banca hará todo lo posible para que no ganen los comunistas, que no creen en la empresa y amenazan -como hizo Carrillo el domingo- con nacionalizarnos; pero no lo hará contra el PSOE". José María Aguirre, en este punto, contó numerosas anécdotas de sus buenas relaciones con los socialistas desde los años 20 ("he asistido infinidad de veces a las Casas del Pueblo, siendo el mayor patrón de la construcción de Madrid, y siempre me han invitado a tomar una copa).

No obstante, precisó que la banca es un servicio público y que como tal seguirá trabajando -bajo un régimen u otro- siempre que pueda hacerlo.

En el plano económico dijo que se había seguido una política equivocada en los últimos años, centrando todo en restrinciones monetarias y en combatir la inflación, relegando otros factores importantes como el desempleo, la expansión o el comercio exterior. "Y dentro de esa mala política, 1981 ha sido el peor año de todos. El desempleo aumentó un 2,1% y la inflación decreció un 0,8%. Yo hubiera preferido que fuera al revés. Están siguiendo todos una política equivocada, tanto Ronald Reagan como François Mitterrand, pensando que rebajando los impuestos o aumentando salarios mínimos o pensiones va a aumentar la demanda y no es así. Olvidan que las leyes económicas no son las leyes de la gravedad, y que dependen de los hombres".

Para Aguirre Gonzalo hay que combinar sabiamente expansión, inflación, paro y comercio exterior. Propone una fórmula para salir de la crisis ("que yo no digo que sea la buena, pero que podría experimentarse ante el fracaso de las políticas económicas ensayadas hasta ahora") que consiste en cuatro puntos: 1º) concentrar todas las inversiones públicas del año en un período corto, unos seis meses, y en caso de lograr su ejecución y animar la inversión privada, recurrir a un nuevo presupuesto extraordinario; 2º) dejar flotar la moneda y lograr una cierta depreciación con respecto a la CEE, nuestro principal cliente; 3º) procurar bajar los tipos de interés; y 4º) autorizar a los empresarios con menos de 25 trabajadores que puedan despedir libremente, aunque sea con indemnización, a los trabajadores nuevos que contraten y aunque esta contratación provenga obligadamente del paro.

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