Crítica desafortunada

Los que valoramos a Octavio Uña (y somos muchos) no podemos dejar sin respuesta la "extraña" crítica aparecida en su periódico del domingo día 6 de, diciembre, firmada por don Alvaro Pombo, titulada "El extraño caso de Octavio Uña Juárez".Considero desafortunada dicha crítica, establecida, según parece, desde una posición dualista. Ciertamente, la personalidad de Octavio Uña es lo suficientemente rica para trascender todo molde preestablecido o imaginado. A mi juicio, Usura es la memoria sería, como escribiera Leopoldo de Luis, un libro "hermoso y admirable" y, además, diría yo, en el q...

Los que valoramos a Octavio Uña (y somos muchos) no podemos dejar sin respuesta la "extraña" crítica aparecida en su periódico del domingo día 6 de, diciembre, firmada por don Alvaro Pombo, titulada "El extraño caso de Octavio Uña Juárez".Considero desafortunada dicha crítica, establecida, según parece, desde una posición dualista. Ciertamente, la personalidad de Octavio Uña es lo suficientemente rica para trascender todo molde preestablecido o imaginado. A mi juicio, Usura es la memoria sería, como escribiera Leopoldo de Luis, un libro "hermoso y admirable" y, además, diría yo, en el que se conjugan armoniosamente racionalismo y empirismo, realismo e idealismo, modo de hacer que Octavio Uña ya sentó, siguiendo a Neruda, en la primera página de su primer libro, Escritura en el agua. Que el señor Pombo prefiere establecer un novus ordo para el mundo y las cosas, que no sea lafides quarens intellectum, sino la fe ciega, la "voz sensorial", prerracional u otros desiderata de su razón o de su sensibilidad, es asunto suyo. Pero he de decirle que este castellano-zamorano, que es Octavio Uña, sabe muy bien dónde es Castilla y dónde pena y el protolugar que en su ser y en su obra ocupa.

Estoy de acuerdo con usted en que Octavio Uña es "uno de esos contados escritores capaces de escribir poemas perfectos", y debiera usted, señor Pombo, releer Usura es la memoria, especialmente aquellos pasajes como "la flor de Olmedo", donde, por ejemplo, el discurso racional y la estética de la sensibilidad se combinan mágistralmente con el sentimiento.

Es muy aventurado, por su parte, señor Pombo, insinuar tan siquiera que a Octavio Uña corresponde una inteligencia, calificada alegremente por usted, tan abaissement du niveau mental, como "periférica y sede de relaciones públicas", pues Octavio Uña demuestra precisamente todo lo contrario.

Y no olvide, señor Pombo, que la fuente de todo poema es el sentimiento y que sólo a unos pocos les es dado expresarlo de un modo maestro, y que sólo a otros pocos les es dado saber interpretarlo./