Doscientos militares en activo se reunieron en un acto de afirmación de la Constitución

Más de doscientos militares en activo, la mayoria jefes, ofíciales y suboficiales del Ejército de Tierra, se reunieron en el curso de una cena, el pasado domingo, con objeto de conmemorar el tercer aniversario de la Constitución.

Al término de la reunión, y dentro de un ambiente en el que se palpaba el malestar por las últimas reacciones de tipo involucionista protagonizadas por determinados miembros del Ejército, un teniente coronel hizo, como única intervención del acto, un canto a la democracia, con continuados elogios a la Constitución, a España, al Rey y a la bandera.A la cena asis...

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Más de doscientos militares en activo, la mayoria jefes, ofíciales y suboficiales del Ejército de Tierra, se reunieron en el curso de una cena, el pasado domingo, con objeto de conmemorar el tercer aniversario de la Constitución.

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Al término de la reunión, y dentro de un ambiente en el que se palpaba el malestar por las últimas reacciones de tipo involucionista protagonizadas por determinados miembros del Ejército, un teniente coronel hizo, como única intervención del acto, un canto a la democracia, con continuados elogios a la Constitución, a España, al Rey y a la bandera.A la cena asistieron alrededor de quinientas personas, incluidos los dos centenares de militares en activo ya citados, que acudieron vestidos de paisano. Junto a éstos se encontraban numerosos familiares y amigos, así como un buen número de invitados, principalmente periodistas y antiguos militares que combatieron en el Ejército de la República. En la presidencia del acto fue colocada una bandera de España de grandes dimensiones, dentro de la cual figuraba la frase «¡Viva la Constitución!»

Un portavoz de los organizadores del acto reconoció a EL PAIS que a la cena del domingo acudieron más militares que en las dos ocasiones anteriores en que también fue conmemorada la efeméride. El mismo portavoz añadió que las reuniones de años anteriores habían carecido de difusión, circunstancia esta que, a su juicio, provocó que muchos militares no se hubieran enterado de que existía la convocatoria. «Este año, sin embargo» dijo, «la cena ha sido anunciada en los medios de comunicación y se han producido numerosas solicitudes, así como el envío de un buen número de telegramas de compañeros destinados en otras provincias españolas».

El teniente coronel que hizo uso de la palabra comenzó diciendo que en la reunión se conmemoraba «una fecha trascendental para los destinos de nuestra Patria», que resumió con la siguiente frase: «La fecha en que el pueblo español se otorgó una Constitución que estableció un Estado social y democrático de derecho, instauró una Monarquía parlamentaria y se propuso el objetivo de alcanzar una sociedad democrática avanzada».

«Nuestro pueblo ha querido», dijo a continuación, «que seamos nosotros, los militares, los que tengamos la honrosa misión de defender el libre ejercicio de su voluntad soberana, de la cual la Constitución es su más alta y sublime manifestación. Celebrar esta fecha es el motivo que aquí nos convoca, y ningún otro. Estamos aquí porque queremos que la llama de la libertad no se extinga. Porque queremos entregar a nuestros hijos una España en la que puedan vivir sin complejos ni temores y lleguen a ser personas libres y responsables. Sabemos que la democracia está amenazada y, por ello, todos estamos amenazados. Pero nuestra fe nos da confianza, porque nosotros creemos en la razón, en la justicia y en la convivencia».

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La bandera, recuperada por el pueblo

Recordó posteriormente que habían realizado esta convocatoria en años anteriores para llenar el vacío que sentían al ver que esta fecha no era celebrada por las instituciones del Estado. «Este año, sin embargo, los medios de difusión han propiciado que el pueblo exprese lo que siente: nuestras calles y plazas están engalanadas, los balcones y ventanas muestran colgaduras, la bandera, nuestra bandera, ha sido recuperada».Siguió este teniente coronel sus palabras señalando que «en esta fiesta que hoy celebramos, no podemos dejar de pasar la ocasión sin hablar de aquel que nos manda, aquel que, por fortuna, dirige los destinos del país. No le halagamos con fútiles lisonjas, pues no es necesario, ya que lo que más le distingue y enaltece es que se considera uno de nosotros, y tiene tan presente que es un hombre como que es jefe de hombres. Por ello al Rey constitucional de España deseamos todo bien, hacemos votos por su felicidad personal y familiar, porque Dios le dé una larga vida, para que siga dirigiendo los destinos de España con el valor, serenidad y acierto con que hasta ahora lo ha hecho».

Por último, se dirigió a las personas que tienen responsabilidades de Gobierno para decirles que realizan una labor positiva, que las cotas de libertad en la convivencia alcanzadas son muy importantes y que las contradicciones y problemas intemos de las organizaciones políticas son normales en una democracia. «Los militares procedemos del pueblo», precisó, «y en el pueblo y con el pueblo nos integramos en la defensa de la Patria. Por ello, porque somos pueblo, nos sentimos identificados con vuestras preocupaciones, con vuestras penas, con vuestras satisfacciones y con vuestras esperanzas».

Estas palabras fueron seguidas de tres vivas, al Rey, a la Constitución y a España, respondidos con energía por los asistentes. Previamente al discurso, que fue interrumpido en varias ocasiones por los aplausos, se leyeron los textos de los telegramas de solidaridad, en su mayor parte firmados por miembros del Ejército de Tierra y de la Marina de guerra.

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