La tragedia de Quintanar de la Orden

23 muertos y 22 heridos tras la colisión entre un camión y un autobús, a la salida de una curva

Veintitrés personas resultaron muertas y otras veintidós heridas, de ellas una decena de carácter grave, en el accídente producido en la madrugada de ayer, lunes, cuando un camión que transportaba pescado colisionó casi frontalmente con un autobús en el que viajaban 44 personas, en el kilómetro 121 de la carretera nacional 301 (Madrid-Cartagena), en el término municipal de Quintanar de la Orden, provincia de Toledo. Los ocupantes del autobús procedían de Madrid, donde habían asistido a la fiesta organizada durante el fin de semana por el Partido Comunista de España. Momentos después de produci...

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Veintitrés personas resultaron muertas y otras veintidós heridas, de ellas una decena de carácter grave, en el accídente producido en la madrugada de ayer, lunes, cuando un camión que transportaba pescado colisionó casi frontalmente con un autobús en el que viajaban 44 personas, en el kilómetro 121 de la carretera nacional 301 (Madrid-Cartagena), en el término municipal de Quintanar de la Orden, provincia de Toledo. Los ocupantes del autobús procedían de Madrid, donde habían asistido a la fiesta organizada durante el fin de semana por el Partido Comunista de España. Momentos después de producirse el accidente, numerosos heridos fueron trasladados a distintos hospitales de Madrid y Toledo algunos de los cuales fallecieron poco más tarde

A la 1.40 horas de la madrugada, cuando salía de la segunda de las tres grandes curvas que bordean Quintanar de la Orden, el camión matrícula de Almería 1843-E, conducido por Juan Colomera, que se dirigía hacia Madrid, invadió,(según las primeras estimaciones) la calzada contraria y se empotró en el autobús con matrícula de Murcia 6522-E que, procedente de Madrid, circulaba por la localidad manchega en dirección a la capital murciana y diversas localidades cercanas.El camión alcanzó al autobús por la parte lateral izquierda, destruyó prácticamente la mitad del mismo y lo empujó fuera de la calzada, hacia un pequeño descampado. En escasos segundos ambos vehículos se convirtieron en un montón de hierros retorcidos y de personas destrozadas, mezcladas con parte de la carga que transportaba el camión, boquerones. Casi simultáneamente comenzó la evacuación de las víctimas. Algunos automovilistas que circulaban en esos momentos por el lugar comenzaron los trabajos de salvamento al tiempo que llegaban los dos motoristas de la Guardia Civil de Tráfico, que un kilómetro antes habían sido adelantados por el autobús. Mientras algunos de los llegados procedían a cortar la circulación, los efectivos de la Guardia Civil dieron aviso desde un puesto cercano de la Cruz Roja a los diversos centros hospitalarios de Madrid y Toledo para que enviasen ambulancias y estuviesen preparados para recibir a los heridos.Aunque no existen testiagos presenciales de los hechos, pues las primeras personas que se acercaron al lugar lo hicieron al oír el fuerte ruido del choque, las estimaciones llegadas a este periódico señalaban, dada la posición en que quedaron ambos vehículos, como versión mas ajustada a los hechos, la invasión de la calzada contraria por parte del camión, que probablemente circulaba con exceso de velocidad en una curva de unos noventa grados.

Los primeros auxilios

Una de las primeras personas que llegó al lugar del siniestro fue Pedro Antonio Abenzo, quien señaló a EL PAÍS que circulaba detrás del camión del accidente. «Al ver lo que acababa de ocurrir, cogí una linterna y me puse a cortar el tráfico haciendo señales. Posteriormente, me acerqué al autobús y contribuí al rescate de las víctimas. El autobús estaba doblado en la carretera, y el camión, empotrado en él por Ia parte izquierda. Se oían lamentos y el espectáculo era impresionante, difícil de contar. Dentro del autobús, las personas estaban todas revueltas, unas encima de otras, la mayoría de los asientos arrasados y fuera de su sitio. La primera persona que logramos sacar era una mujer con las piernas cortadas». Por su parte, Gabriel Cabrera, un muchacho que viajaba en el vehículo siniestrado, y que resultó herido leve, señaló que no se dio cuenta de lo ocurrido, pues iba dormido. «Al recibir el golpe», contaba ayer a EL PAIS, «me desperté, pero tardé en darme cuenta de lo que ocurría. Me encontraba aprisionado entre dos asientos y con uno de los compañeros sobre mi cabeza. No sabía si estaba muerto ni qué había pasado, y tenía dificultades para respirar». La mayoría de los viajeros, quizá cansados del ajetreado fin de semana, iba durmiendo y no se dio cuenta de lo ocurrido. Este es el caso de Francisco Ruano Gómez, un muchacho de catorce años, que resultó ileso y permanecíó en una casa del pueblo durante toda la noche mientras se realizaban los trabajos de salvamento.

Los heridos fueron trasladados en ambulancias a las ciudades sanitarias La Paz y Primero de Octubre, al centro de la Cruz Roja de Madrid y a la residencia sanitaria de la Seguridad Social de Toledo. Numerosos vecinos de Quintanar de la Orden, dirigidos por el alcalde, el centrista Juan Rojo; los cinco médicos del pueblo y efectivos de la Cruz Roja, Policía Municipal y Guardia Civil intervinieron en el rescate de las víctimas. Dieciocho personas que resultaron muertas en el choque fueron trasladadas al depósito de cadáveres del cementerio local, mientras el resto, heridas, eran llevadas a los centros sanitarios. En el transcurso de la noche,cinco de los hospitalizados en la residencia Primero de Octubre fallecieron á consecuencia de las heridas sufridas.

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Dirigentes del PCE y de Protección Civil, en Quintanar

Minutos después de las doce del mediodía llegaron al cementerio de Quintanar de la Orden los dirigentes del Partido Comunista de España, al que pertenecían la mayoría de las víctimas, Santiago Carrillo, secretario general del partido; Nicolás Sartorius y Simón Sánchez Montero. Tras interesarse por los últimos datos del accidente, conversaron con el joven superviviente Gabriel Cabrera. Cuando salían del recinto saludaron al director general de Protección Civil, Federíco Gallo, que llegaba en esos momentos para dirigir las operaciones de identificación de los fallecidos y de traslado de las víctimas.

El Ayuntamiento de Quintanar de la Orden organizó con toda celeridad la recepción de los familiares de las víctimas, que habían salido de diversas localidades murcianas poco después de conocerse el siniestro, y que a primeras horas de la tarde comenzaron a llegar al lugar del siniestro. Los féretros fueron trasladados durante la tarde al salón de la Casa de la Cultura de la localidad, donde quedó instalada la capilla ardiente.

Numerosas muestras de condolencia llegaron ayer a la sede central del PCE de Madrid y a las familias de las víctimas. Entre ellas se encuentra un telegrama de los Reyes de España, que hacen llegar su pésame a los familiares de los fallecidos y esperan el rápido restablecimiento de los heridos. Partidos, centrales sindicales y entidades de diversa índole enviaron muestras de dolor por las víctimas del siniestro.

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