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Matías Rodríguez Inciarte,

asturiano, 33 años, casado y con dos hijos, secretario de Estado adjunto al presidente del Gobierno, consume sus últimos días de vacaciones en Llanes (Asturías), donde ha manifestado a La Voz de Asturias su desacuerdo con el matiz peyorativo que entraña desde el principio el término fontanero. "Tanto yo como mis compañeros de equipo de la Moncloa", afirma, "intentamos hacer un trabajo bastante transparente para el público, cada uno de nosotros con su misión específica y claramente definida. No se trata de hacer cosas extrañas, sino de dividir las complejas funciones de un Estado ...

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asturiano, 33 años, casado y con dos hijos, secretario de Estado adjunto al presidente del Gobierno, consume sus últimos días de vacaciones en Llanes (Asturías), donde ha manifestado a La Voz de Asturias su desacuerdo con el matiz peyorativo que entraña desde el principio el término fontanero. "Tanto yo como mis compañeros de equipo de la Moncloa", afirma, "intentamos hacer un trabajo bastante transparente para el público, cada uno de nosotros con su misión específica y claramente definida. No se trata de hacer cosas extrañas, sino de dividir las complejas funciones de un Estado moderna, de manera que se ayude Io mejor posible al presidente en una tarea que es dificil y complicada". Según Rodríguez Inciarte, Leopoldo Calvo Sotelo se apoya fundamentalmente en la labor de los ministerios. "Esto no es impedimento", agrega, "para que exista un equipo de apoyo al presidente del Gobierno y que, en mi caso, además, como secretario de Estado, me da una cierta autoridad, un determinado rango administrativo y político para realizar mejor determinadas tareas de coordinación administrativa... Los que tienen verdadera influencia, como debe ser, por ser responsables ante el Parlamento y por tener una tarea política más definida, son los ministros". En su opinión, Calvo Sotelo es un hombre que piensa mucho sus decisiones, las adopta con rigor y no es tolerante con el error, la superficialidad o la improvisación. "También tiene", asegura, "un buen sentido del humor, cualidad muy escasa en los políticos actuales".

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