Los controladores aéreos españoles se solidarizan con los norteamericanos

Los controladores aéreos españoles decidieron por mayoría, en el curso de una asamblea celebrada anoche, solidarizarse con la huelga que mantienen, desde hace ocho días, los controladores del tráfico aéreo en Estados Unidos. Según han informado a Europa Press fuentes del Centro de Control de Vuelo, situado en la localidad madrileña de Paracuellos del Jarama, la medida supone que ningún avión va a salir de España hacia Estados Unidos, «ni tampoco vamos a aceptar a ninguno que venga de allí, naturalmente».

En la reunión, celebrada en el Centro de Paracuellos del Jarama, han participado di...

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Los controladores aéreos españoles decidieron por mayoría, en el curso de una asamblea celebrada anoche, solidarizarse con la huelga que mantienen, desde hace ocho días, los controladores del tráfico aéreo en Estados Unidos. Según han informado a Europa Press fuentes del Centro de Control de Vuelo, situado en la localidad madrileña de Paracuellos del Jarama, la medida supone que ningún avión va a salir de España hacia Estados Unidos, «ni tampoco vamos a aceptar a ninguno que venga de allí, naturalmente».

En la reunión, celebrada en el Centro de Paracuellos del Jarama, han participado dirigentes y representantes de las tres asociaciones regionales de controladores aéreos, con sedes en Madrid, Barcelona y Sevilla. De estos centros dependen también los vuelos que parten de bases aéreas militares, como las de Torrejón de Ardoz y Rota.El acuerdo de los controladores españoles, adoptado en firme, entró en vigor una vez realizado el contacto-comunicación con la Administración.

A estos efectos, la Asociación Federal Española de Controladores de la circulación aérea y la Asociación Sindical de Controladores Aéreos hicieron público el siguiente comunicado conjunto:

«De acuerdo con la información recibida, referente al problema de control de tránsito aéreo en Estados Unidos, y tras un análisis profesional de la situación, se llega a las siguientes conclusiones:

- Que no se puede prescindir de la amplia mayoría de los controladores de un país y garantizar, al mismo tiempo, la seguridad del tránsito aéreo.

- Que las dificultades habituales de coordinación para las acronaves con destino a Estados Unidos y Suramérica se han visto agravadas de forma muy importante, debido a esta situación de anormalidad.

- Que los controladores españoles bajo ningún concepto están dispuestos a poner en peligro la seguridad de las aeronaves y menos debido a actitudes de terceros.

En base a los argumentos expuestos, los controladores españoles no deberán autorizar vuelos con destino a Estados Unidos en tanto en cuanto la situación de los controladores estadounidenses no se normalice, situación que desean se produzca con la máxima rapidez posible».

Por otro lado, el último avión con destino a Estados Unidos despegó de Barajas anoche.

La huelga de los controladores del tráfico aéreo norteamericano afectó ayer también al resto de Europa. El Gobierno y la Administración Federal de Aviación (FAA) decidieron por la tarde suspender casi todos los vuelos procedentes o con destino al viejo continente en los aeropuertos de Nueva York, Boston, Filadelfia y Washington.

La razón dada es la negativa de los controladores canadienses a dirigir los vuelos procedentes de Estados Unidos. Igualmente, fueron anulados todos los vuelos en la zona del noroeste norteamericano. Al mismo tiempo, se desató una fuerte polémica sobre la seguridad del tráfico; los huelguistas afirman que sin ellos existe grave riesgo, como lo prueba el peligro de colisión que existió el domingo en el aeropuerto Kennedy entre un avión de American Airlines y otro de Lufthansa; la Administración contesta que incluso durante la huelga han descendido las muertes por accidente a veintidós personas.

Sin embargo, la impresión reinante al terminar el octavo día de huelga es que los controladores lo han perdido casi todo: la batalla contra la Administración Reagan, los sesenta millones de dólares de aumento salarial que les ofrecía el Gobierno, el trabajo en muchos casos, y la libertad los pocos que han sido detenidos. La Administración se niega a negociar y ha convencido a las compañías para una reducción del 10% en sus vuelos. Las diversas muestras de solidaridad de otros países las han hecho efectivas sólo los controladores canadienses, portugueses y españoles,

Supervisores civiles de las FAA y controladores militares han ocupado parte de los puestos de los 12.000 despedidos y dirigen un 75 % del tráfico aéreo habitual.

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