Se recupera el sector de construcciones metálicas

El sector de construcciones metálicas y calderería, uno de los que espera beneficiarse del marco legal para las reconversiones industriales, tocó fondo en 1980 y en los últimos meses ha afianzado paulatinamente su recuperación, según informaron ayer directivos de la patronal Sercometal, que integra a 125 empresas y celebra hoy asamblea general. No obstante, añadieron que no habrá auténtica salida de la crisis si no se cumplen los programas de inversiones públicas aprobados por el Gobierno y si los empresarios no pueden mirar el futuro con tranquilidad en los cuatro o cinco próximos años.Este o...

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El sector de construcciones metálicas y calderería, uno de los que espera beneficiarse del marco legal para las reconversiones industriales, tocó fondo en 1980 y en los últimos meses ha afianzado paulatinamente su recuperación, según informaron ayer directivos de la patronal Sercometal, que integra a 125 empresas y celebra hoy asamblea general. No obstante, añadieron que no habrá auténtica salida de la crisis si no se cumplen los programas de inversiones públicas aprobados por el Gobierno y si los empresarios no pueden mirar el futuro con tranquilidad en los cuatro o cinco próximos años.Este optimismo condicionado, nacido a finales del pasado año y confirmado en el primer semestre del actual, sucede a casi siete años de recesión, durante los cuales el empleo medio del sector ha descendido en 8.000 puestos (hasta 12.500), la capacidad de producción ha perdido desde 1977 unas 300.000 toneladas y la utilización de capacidad ha caído del ciento por ciento al 70% de 1980. Ello ha provocado la desaparición de 45 empresas. La crisis ha incidido más en el subsector de calderería. donde la utilización de capacidad productiva bajó al 63%, casi diez puntos por debajo del subsector de estructuras metálicas. Así, su cartera de pedidos únicamente aseguraba dieciocho semanas de actividad se situó un 32% por debajo del nivel considerado normal.

Según los directivos de Sercometal -Isidro Escalada, presidente, y Ramón Naz Pajares, director general-, las circunstancias que han motivado la recuperación se centran básicamente en el incremento de las exportaciones (entre 1978 y 1980 las ventas al exterior pasaron de 9.000 a 12.000 millones de pesetas mientras las importaciones sólo representan el 20% de esa cantidad) y en el de la demanda interna, como consecuencia del inicio de construcciones e inversiones previstas en centrales térmicas y petroquímicas. Pero, en su opinión, sino se consolida el aumento de contratación, las empresas volverán sin duda a los pasos de 1979 y 1980.

Ante la creencia de que el sector no contará a medio plazo con situaciones de demanda como las de la primera mitad de los años setenta, sus responsables propugnan un planteamiento pragmático de la economía nacional, para conseguir su consolidación y robustecimiento cara a la entrada en la Comunidad Económica Europea y en otros mercados. Para ello, además de las inversiones públicas piden apoyos a las exportaciones y a la reconversión. Asimismo solicitan que la Administración incentive la reposición de calderas en aras a conseguir ahorro energético.

Los directivos de Sercometal pusieron también de relieve el hecho de que, a pesar del paro, es difícil encontrar trabajadores especializados dispuestos a desplazarse fuera de Madrid.

Las principales empresas del subsector de estructuras metálicas, ambas con plantilla superior a los mil trabajadores, son Duro Fielguera y Dragados.

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